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Una candidatura conjunta de las tres derechas hubiera obtenido la mayoría absoluta

Redacción




Redacción.

La presentación dividida en tres formaciones por parte de la derecha ha sido la causa de su estrepitosa derrota. Las tres formaciones coincidían en que la situación era de emergencia nacional, pero no se extrajeron las conclusiones lógicas y necesarias, salvo en Navarra. Rambla Libre ha insistido hasta la saciedad en la necesidad de ir unidos o que Vox, por patriotismo, se retirara salvo en Madrid, Barcelona y Valencia.

Los tres partidos de la derecha decidieron, jaleados por buena parte de la derecha mediática, jugar al suicidio con los intereses de España en juego, desconociendo la Ley d’Hondt. De manera estúpida, se proyectó el resultado de Andalucía, donde la izquierda se desmovilizó y las circunscripciones eran 8 y de alta población.

El resultado es desastroso: 149 escaños: PP, 66; Ciudadanos, 57; Vox, 24; y Navarra Suma, 2. El diario Abc ha hecho el cálculo de una candidatura conjunta: se habrían conseguido 177 asientos en el Congreso, lo que le hubiera permitido formar Gobierno.

Una vez aplicada la ley d’Hondt con sus votos sumados, los resultados habrían sido los siguientes. El hipotético partido PP+Cs+Vox+UPN: 177 escaños. El PSOE habría conseguido 108 en lugar de los 123 que logró, 15 escaños menos. Unidas Podemos habría perdido nueve escaños ya que pasaría de 42 a 33.

Con los votos de los tres partidos sumados, habrían sido la primera fuerza en todas las provincias excepto en País Vasco y Cataluña. En las tres provincias vascas el PNV seguiría siendo el partido más votado, mientras que en Cataluña sería ERC en todas excepto Barcelona, donde el PSOE mantendría la primera posición.

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Las tres derechas han decidido perder por separado y las consecuencias han sido desastrosas.