AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Ignacio Aguado muestra su desesperación con el ridículo fichaje de Ángel Garrido

Redacción




Editorial.

La gente desesperada toma decisiones desesperadas y sólo desde la desesperación de Ignacio Aguado, un político gris y anodino al que las encuestas no son propicias y auguran un descalabro, y sobre el que recaen crecientes acusaciones e indicios de presunto delito electoral, puede entenderse la comedia bufa montada con el fichaje de última hora de Ángel Garrido, un político despechado, de transición hacia ninguna parte. No técnicamente un tránsfuga, pero desde luego algo muy parecido.

Se trata de la historia de un despecho poco edificante, edulcorada con referencias ideológicas al «centro liberal» y a «moderación, diálogo y concordia«, cuando todo se reduce a que Ángel Garrido se consideraba con derecho a ser el cabeza de lista del PP, cuando era obvio que se trataba de un personaje de transición, que ha pasado sin pena ni gloria por la presidencia de la Comunidad de Madrid tras la abrupta salida de Cristina Cifuentes. Todo ello para recalar en el puesto número 13 de la lista de Ciudadanos es, a la postre, valorarse muy poco.

No es una buena foto para Ciudadanos la que presenta juntos a Ignacio Aguado y Ángel Garrido. Parecen salidos de una película de Woody Allen. Hay algo de parodia en la escena. No significan nada, representan muy poco. Es la foto de una clase política saltimbanqui. No hace mucho Garrido calificaba a Ignacio Aguado de «tonto útil de la izquierda» y reseñaba que en Aguado «su oportunismo no tiene límites«. Y elevaba la crítica al conjunto de Ciudadanos como partido: «Yo creo que hoy por hoy los españoles saben que apostar por Ciudadanos lamentablemente es no saber ni siquiera por qué se apuesta, porque puede ocurrir cualquier cosa”. Hete aquí que, a la postre, Garrido tenía bastante razón en sus dicterios; la comedia bufa de su fichaje de última hora lo demuestra. Con Ciudadanos, y de la mano de Ignacio Aguado, puede ocurrir cualquier cosa, incluso fichar a Ángel Garrido. Parece un sainete,