AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Regeneración: La épica de los pioneros

Redacción




Enrique de Diego.

Los seguidores de la derecha garrula en que ha devenido Vox tras la Asamblea del 23 F, cuando supuestamente los militantes han decidido hacerse el harakiri y convertirse en unos imbéciles pagacuotas, no muestran ninguna sensibilidad ante el hecho de que esa formación vete a Rambla Libre, lo que es una estúpida agresión a la libertad de expresión, pero tienden a exigir la eliminación de todo espíritu crítico en aras de la ilusión. Conozco demasiado a demasiados de los que van en el proyecto de Vox para que tenga sensatas reticencias. Santiago Abascal ha sido uno de los mayores lameculos del sistema que he conocido, incluso le montaron un chiringuito para mantenerlo, en el que la subvención era casi íntegra para su sueldo. Los ‘intelectuales’ y ‘escritores’ de Vox son mediocridades serviles. El único que valía era Fernando Paz y está en el dique seco. En cuanto a los empresarios, la derecha garrula bien podría ser la derecha garruda: falsedades contables, ruina de los trabajadores, quiebras fraudulentas, alzamientos de bienes. Una de las peores escombreras. Tengo mucho que contar y lo haré.

Concentración de la Plataforma de las Clases Medias en Colón.

En tono de reconvención amable, con el nick Enrique López se me dice: “Nos dejaste tirados con tu partido Regeneración y ahora Vox relanza el proyecto, que reconozco que te han copiado, pero ellos lo llevan a cabo y nos ha vuelto la ilusión que teníamos contigo. Voy a dar un voto de confianza a Vox”. No tengo conciencia de haber dejado tirado a nadie. Simplemente caí exhausto, al límite de mis fuerzas. Primero fue la Plataforma de las Clases Medias, cuya constitución firmamos Guillermo Rocafort, Alberto Pertejo-Baena, Juan Manuel Blanco (defeccionó) y el que suscribe. Luego, como gesto épico, desesperados de que nadie hiciera nada (Abascal estaba viviendo de la mamandurria y Ariza chapoteaba gozoso en las cloacas del PP para ver cuánto mierda podían darle), nos presentamos con el partido Regeneración (concepto que pusimos en el diccionario). Fallaron algunos candidatos e íbamos a desistir cuando Carmen Klecker y Rafael Velasco, que son los héroes de esta historia épica de pioneros, dieron un paso al frente y concurrimos a las elecciones municipales al Ayuntamiento de Madrid, con el único fin de romper el sistema y de introducir un discurso de defensa de las clases medias, de crítica a la casta y de unidad nacional. Lo hicimos con un presupuesto de 1.000 euros. Allí no cobró nadie ni un euro, yo perdí algunos, mientras que Abascal ha vivido del partido con sueldo de 6.500 euros y tarjeta de gastos ilimitados como un político profesional de la peor especie. Pateamos las calles y conseguimos 4.100 votos, que cada uno de ellos valía su precio en oro, porque desde esa base sí podíamos tener un partido con cuotas. Pero al día siguiente de la votación, Ariza prohibió imperiosamente, con el pavor del lacayo adiestrado, que se hablara de Regeneración en Intereconomía ni lo más mínimo. Me refiero al Ariza que ha arruinado vidas y familias y que ahora va cerrando la lista de Vox por Barcelona.

NO TE LO PIERDAS:   Pedro Sánchez gana
Manifestación de la Plataforma de las Clases Medias. /Foto: ramblalibre.com.

Al domingo siguiente de la votación, asistí a la jura de bandera de Alfonso Arteseros en la majestuoso patio del Cuartel General del Ejército, y al terminar se me acercaron numerosos oficiales para decirme que habíamos acabado con el sistema, que ya nada sería igual. Y llevaban razón, aunque yo no lo veía. Podemos nos copió el término casta y la filosofía subyacente, en los primeros compases; tras una cena en Barcelona, Juan Carlos Girauta se pavoneó de que Federico Jiménez Losantos había reunido a sus fieles y les había dicho que el discurso ganador era “el de las clases medias de Enrique de Diego y se lo vamos a quitar”, de ahí surgió la expansión nacional de Ciudadanos que giró en torno al término ¡regeneración!; en cuanto a Vox, Alejo Vidal-Quadras me dijo que el expolio intelectual iba a ser completo: todo el programa, empezando por la supresión de las autonomías. ¿O es que el programa ha salido de la cabeza de Santiago Abascal o de la de Kiko Méndez Monasterio, la “mano derecha”?

Con que las ideas se lleven a efecto, a la práctica, misión cumplida. Pero porque en Regeneración queríamos acabar de verdad con las autonomías decidimos no presentarnos nunca, nunca a esas elecciones. De hecho, junto a las municipales, había autonómicas, y no nos presentamos. Y porque queríamos acabar con el sistema prebendario de subvenciones, y la consiguiente depredación fiscal, decidimos que nunca, nunca recibiríamos, como partido, subvención alguna, ni un euro. Pensábamos que si nos presentábamos a las elecciones autonómicas, legitimábamos a las autonomías, y si la gente entraba en los Parlamentos autonómicos, luego no iba a querer salir ni perder sueldo y privilegios. No nos fiábamos de nosotros mismos, pero estos de Vox deben ser de otra pasta. Y si cobramos subvenciones como partido, luego no las íbamos a querer soltar, porque habríamos generado una burocracia que habría que alimentar. Pero estos de Vox deben ser de otra pasta. Un miembro de la Plataforma de las Clases Medias, que aún se considera como tal, se apuntó a Vox para ayudar a financiar al partido, pero se dio de baja al día siguiente de que se hiciera público que Vox, como los demás, iba a cobrar las subvenciones correspondientes a las elecciones andaluzas. Magnífica decisión coherente con nuestro espíritu. Es probable que estos de Vox, que son de otra pasta, seguro que suprimen las subvenciones cuando tengan mayoría absoluta, pero lo dudo, porque los conozco bien, y detrás hay un negocio escandaloso, que contaré pronto. Y, desde luego, lo que nunca hubiéramos hecho es dejar sin voz a los militantes.

NO TE LO PIERDAS:   "La única forma de recuperar el prestigio del periodista es la defensa de la verdad"

Lo que le ofende a la derecha garrula y garruda, esa que lleva a efecto el proyecto de Regeneración (el logo lo hizo Javier Benegas que ahora es muy de Voz y de los Ariza), tras mal copiarlo, y que genera ilusión, es que se le diga lo obvio: van a darle cuatro años gratis a Pedro Sánchez y a los separatistas, van a hacer desaparecer la representación españolista en Vascongadas y van cuartearla en Cataluña. Y ninguna de esas cosas son cuestiones menores. El patriotismo no es poner canciones de Manolo Escobar, ni jalear a un líder que ha mamado de la derechita cobarde, que se merece desaparecer por traidora y corrupta; el patriotismo exige racionalidad y en Vox la Patria está nublada en las mentes por el brillo de la pasta. Como sé que llevo razón, me adelanto. El mero hecho de que exista el riesgo de que se produzcan esos tremendos efectos perversos es ya una temeridad, de la que son responsables Santiago Abascal y Vox, la derecha garrula y garruda.

En una ocasión, Arizz quiso dejarme claro que ‘disparas con mis armas’. Ahora tengo las mías…