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Escándalo: Losantos ha despilfarrado el dinero de los accionistas en sus amigos

Redacción




Luis Bru.

En los años 2016 y 2017, Losantos ha reconocido unas pérdidas superiores al millón de euros en Libertad Digital SA, lo que le ha obligado a emitir una nueva ampliación de capitales restringida a los accionistas. Una de las causas es una mala gestión de personal, caracterizada por el favoritismo y el amiguismo.

Libertad Digital SA. siempre ha tenido pérdidas en todos los ejercicios. A pesar de que Losantos ha repetido mucho la máxima de que hay que gastar un euro menos de lo que se ingresa, nunca lo ha llevado a la práctica. En los primeros años, las pérdidas se justificaban porque la empresa estaba en sus inicios, al menos en lo referido a la radio, pero después ya no había justificación alguna. Eso que lo que llevó a César Vidal a indagar qué estaba sucediendo hasta llegar a la conclusión de que una de las vías de pérdidas era el trato de favor que Losantos daban a sus personas más cercanas.

Tres son los casos más llamativos de ese pertinaz favoritismo: Ayanta Barilli, Andrés Arconada y Andrés Amorós. En el Consejo de Administración en el que César Vidal estuvo a punto de sufrir un infarto cerebral, tal y como se cuenta en el libro de Enrique de Diego, “La gran traición: Federico Jiménez Losantos apuñala a César Vidal en Es.Radio”, Vidal propuso que esos tres profesionales pasaran a cobrar un porcentaje de la publicidad de sus programas, que en ese momento era nula, como su audiencia. Eso hubiera representado un buen pellizco a esas primeras pérdidas situadas en trescientos mil euros anuales. Y eso es lo que hubiera hecho un empresario responsable, pero eso hubiera significado, por ejemplo, que Ayanta Barilli pasara de cobrar 60.000 euros anuales  a poco más de 1.500.

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Desde la salida de César Vidal, lo que se ha impuesto es la barra libre. Por ejemplo, también se ha perdido dinero en un programa de Fernando Sánchez Dragó producido por Libertad Digital.

Si bien Libertad Digital SA es una empresa de sueldos bajos, la política de personal sólo puede ser calificada de demencial. Ha aumentado continuamente su personal, a pesar de terminar todos los años en números rojos. En 2011 el personal contratado sumaba 98 empleados, en 2014 eran 125, en 2015, 133 y en 2018 son 144.

Uno de los males intrínsecos a Libertad Digital SA es que ha venido siendo una empresa de fans de Losantos, mediante criterios de adhesión personal e ideológicos por encima de los racionales necesarios para que funcione una empresa. De esa forma, las Juntas Generales de Accionistas se han caracterizado por la unanimidad acrítica, sin el estudio de los balances contables, con grave detrimento de los accionistas, que han ido literalmente perdiendo su dinero.

Las únicas intervenciones críticas en las Juntas Generales de Accionistas han sido totalmente anecdóticas: uno que –con 2 acciones- protestó por críticas a Julio Ariza y otro –con 4 acciones- que hizo lo propio respecto a Rajoy. Esto dice muy poco de un pequeño universo que se dice liberal y que ha funcionado mediante criterios emocionales típicos de una secta.