Luis Bru.
Según ha podido confirmar Rambla Libre, José Bono ha actuado de mediador entre Pedro J y Porcelanosa, para que esta empresa ponga publicidad en el digital de Ramírez. Bono habría sido quien habría concertado una entrevista en Castellón a la que se trasladó Cruz Sánchez de Lara.
Esta extraña intermediación pone en evidencia la existencia de relaciones oscuras en la cúpula político-mediática; relaciones marcadas por los intereses y los negocios al margen o frente a las aparentes diferencias ideológicas.
La situación adquiere caracteres de escándalo, según informan fuentes solventes, toda vez que Porcelanosa ya primó en el pasado a Bono de forma que, según fuentes de Vox, deberán ser aclaradas en el futuro mediante una Comisión de Investigación en las Cortes manchegas y, en su caso, en los Juzgados.
En concreto, Porcelanosa pagó a José Bono la cantidad desorbitada de 284.000 euros por una torre de publicidad de 17 metros de altura en Hípica Almenara, en pleno secarral y con escaso impacto publicitario, en lo que podría ser una especie de contraprestación.
Las estrechas relaciones entre el propietario de Porcelanosa y José Bono quedaron palmariamente claras el 20 de junio de 2010, cuando Bono asistió ese día a la boda del hijo del dueño, ausentándose de los actos conmemorativos del 25 aniversario de la adhesión a la Unión Europea, presididos por el monarca Juan Carlos de Borbón y por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. José Bono era en ese momento presidente del Congreso y prefirió asistir a un acto privado de su patrocinador en vez de a un acontecimiento de Estado.
Fuentes próximas a Porcelanosa señalan que se sienten presionados por esta extraña combinación de un político socialista y un periodista ahora próximo a Ciudadanos. Otras fuentes solventes resaltan el protagonismo adquirido en la gestión por la polémica abogada feminista Cruz de Sánchez de Lara, hasta el punto de que afirman que es la manda ahora en El Español.
El incremento patrimonial de José Bono es un escándalo aún no ha aclarado, por lo que Porcelanosa podría verse en el futuro en medio de una vorágine investigadora. No han faltado los regalos de empresarios a Bono, como los procedentes del empresario de Reyal Urbis, hoy la empresa con más deudas con la Agencia Tributaria:
- La habitación de su hija menor en el chalet de Olías del Rey fue decorada con cargo a Rafael Santamaría, empresario de la hostelería y la construcción, cuya empresa Reyal Urbis es actualmente la que encabeza el ránking de deudas con Hacienda.
- Dos caballos por valor de 200.000 euros; uno de ellos, Farceur du Haul, un pura sangre de competición, a cargo del mismo Rafael Santamaría.
- Obras de saneamiento y ampliación de la Hípica Almenara por 600.000 euros a cargo de la empresa Onde 2.000 de Francisco Hernandoel Pocero.
- La piscina del chalet Olías del Rey también le fue realizada gratis.
- Los empleados que han hecho obras en sus numerosas casas siempre se han hospedado en hoteles de Rafael Santamaría.
Bono podría estar viviendo por encima de sus posibilidades: su hija menor Sofía es alumna del colegio suizo Brillantmont School, donde estudian unas 150 selectas chicas (sólo chicas, cuando el PSOE se desgañita contra la segregación) cuyo coste anual es de 70.000 euros, al margen de gastos. Son hijas de ejecutivos de multinacionales, banqueros, empresarios del petróleo y una, de José Bono.
Bono ha sido mucho más generoso con Sofía que Eduardo Zaplana con sus hijas. Sofía, desde el 12 de junio de 2012, a los 12 años, es propietaria de un ático, de 1,6 millones de euros, en la C/ Velázquez, a menos de 100 metros del Retiro, con vistas al Parque. El ático precisó de importantes reformas y no se reparó en gastos, hasta el punto de que José Bono se dirigió por carta a los vecinos, para pedirles disculpas por los inconvenientes de las obras. Bono nunca repara en gastos. ¿Pudo ayudar Porcelanosa?
A su hijo varón, le regaló un ático de lujo en la C/ San Justo, 1, en el Madrid de los Austrias, junto a la Plaza Mayor y frente a la Basílica Pontificia de San Miguel, adquirido por 1 millón de euros pagados también en metálico.
A la hija casada con un hijo del cantante Raphael, la regaló un chalet de 254 metros cuadrados construidos, en parcela de 424 metros cuadrados, a través de la mercantil Attack, en la urbanización El Vergel de Vargas.
También ha adquirido un piso en la localidad alicantina de El Campello, en primera línea de playa.
Sofía Bono fue la destinataria de otro regalo: el céntrico entresuelo en Albacete donde está la franquicia de la joyería Tous.
También es propietario de un chalet de 400 metros cuadrados en la localidad toledana de Olías del Rey. Y otra casa en Salobre, Albacete, aunque éste es consecuencia de la herencia de su padre, aunque, como todas las de Bono, ha sido remodelada sin reparar en gastos.
Sólo la joya de la corona del imperio inmobiliario José Bono, Hípica Almenara es un escándalo en sí mismo de enriquecimiento ilícito y de cohecho impropio. José Bono no ha puesto de su bolsillo un solo euro. Toda la construcción ha sido regalo de empresarios agradecidos, pura comisión en especie. Una finca de 170.000 metros cuadrados, con 18.000 construidos, con las mejores condiciones en materiales, picadero para competición y cuadras. Que está valorada entre 12 y 14 millones de euros. Esto un político que en el año 2.000 tenía deudas.