Javier de la Calle.
El pasado mes de junio de 2018 varias docenas de vecinos de la urbanización Los Almendros de Galapagar, compuesta por las calles Tres Picos, Peña Sacra y Mulhacén, y 105 chalets y tan solo 85 espacios públicos para estacionar, se dirigían por escrito al Ayuntamiento de Galapagar, presidido por Daniel Pérez, con el fin de
solicitar la inclusión en la zona SER (verde) debido a que esas tres calles se habían quedado como zona de libre estacionamiento rodeadas de zona SER y, con la inauguración del nuevo Ayuntamiento a 100 metros y el Centro Cultural con teatro, así como el polideportivo al lado, se había convertido su urbanización en un parking disuasorio que incluso era recomendado en redes sociales para evitar el pago de la tasa SER.

Esta urbanización, que era en su inicio cerrada, tras su apertura se ha convertido en una zona de tráfico de vehículos que buscan huir del pago de la zona SER tanto para funcionarios del Ayuntamiento, trabajadores de la zona, ciudadanos que llegan a hacer gestiones al Ayuntamiento como los que van al polideportivo o teatro o vecinos
cercanos que no quieren pagar el distintivo SER. Muchos de estos conductores van con prisa y han convertido lo que era una tranquila urbanización en una pista de carreras peligrosa y de estacionamientos en la puerta de garajes cuando no hay espacio, es decir, han roto la paz y la tranquilidad de 105 familias ante la pasividad y desprecio de
su Alcalde Daniel Pérez, además de haber condenado a estos vecinos a tener que irse a las afueras a estacionar al no poder optar tampoco al distintivo SER y poder estacionar en las calles aledañas.
Es curioso que para otros vecinos el Ayuntamiento sí estuvo receptivo y amplió la zona SER, tras su solicitud, a zonas del pueblo que no son de gran afluencia de vehículos de otras localidades, algo que deniega justo a la zona para
la que el sistema SER fue creado con el fin de proteger a los residentes de las zonas donde más afluencia de vehículos de fuera sufren y que, curiosamente, es esta zona afectada a la que no solo se lo niegan, sino a la que falta al respeto el señor Daniel Pérez al ni siquiera contestarles un escrito que fue presentado en el registro del
propio Ayuntamiento y que si respetase un mínimo a sus vecinos y la Ley 39/2015 de Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas ya habría, al menos, contestado un escrito firmado por docenas de vecinos a los que él mismo denominaba sus jefes en una entrevista.
Daniel Pérez desprecia 400 votos de los vecinos de estas tres calles al ignorarles, algo en lo que el Partido Popular debería de tomar cartas en el asunto ante este desprecio y agravio a estas 105 familias.
Este problema lo han llevado al Pleno de Galapagar los concejales de Ciudadanos en varias ocasiones sin obtener resultado alguno y VOX Galapagar ya se ha interesado por el problema al hacer lo que el PP, a través de Daniel Pérez, no ha hecho, acercarse a los vecinos y escucharles.
¿Tendrá la cara dura el señor Daniel Pérez de pedirles el voto a estas 105 familias?