Luis Bru,
Pedro J Ramírez está cada vez más aislado. Rambla Libre ha podido constatar como en amplios sectores de la sociedad influyente madrileña se tiene a gala no invitar a sus saraos y eventos a la pareja Pedro J Ramírez-Cruz Sánchez de Lara. Además, está perdiendo importantes contactos en puestos relevantes. Ramírez se ha situado como el portavoz del «capitalismo de amiguetes», como lo ha definido Jesús Cacho. Se arrastra para conseguir un trato de favor publicitario. Es el que ha venido concediendo a su digital, Francisco González, presidente del BBVA desde 2000 a 2018, hasta que abandonó el cargo en diciembre de ese último año. En el tercer aniversario de El Español, Francisco González recibió el premio por su gestión empresarial en el BBVA. Con esto está dicho casi todo, a la vista de las revelaciones del comisario Villarejo sobre el espionaje encargado por González, un modelo de gestión empresarial viciada.
Otra pérdida importante para el riojano es la salida de Borja Prado -hijo de Manuel Prado y Colón de Carvajal– de la presidencia de Endesa. Pedro J Ramírez mantiene el favor de Ana Patricia Botín, con la que mantiene una extraña relación, que podría explicarse por el mutuo apoyo a Ciudadanos. Ana Patricia Botín seleccionó a Albert Rivera para la asistencia a la reunión del Club Bilderberg como político con futuro, y Pedro J Ramírez ha convertido su digital en un órgano oficial de Ciudadanos y presume de ser el asesor de Albert Rivera. Ha apostado todas sus fichas a Ciudadanos, esperando que le revierta con dinero público, pero, como dice una fina analista, «Ciudadanos ya no está de moda» y sus expectativas están en descenso.