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Destroyer. Nicole Kidman

Redacción




Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.

Nicole Kidman ( 1967 – ) estrella genuina del cine contemporáneo ( recordamos sus grandes trabajos en películas como Las horas, Calma total o Eyes Wide shut ) vuelve a primer plazo cinematográfico con un reto interpretativo de primer orden: Destroyer .

 

Karyn Kusama es una de las pocas cineastas femeninas que se ha impuesto en dos grandes festivales internacionales. Con su ópera prima, Girlfight, se llevó el prestigioso Gran Premio del Jurado de Sundance,  después llegaron cintas más convencionales como Aeon Flux y Jennifer’s Body). En 2015  Kusama  filmó  The Invitation, un perturbador thriller sobre el mundo opresivo de las sectas. Ahora llega Destroyer, tal vez su mejor película hasta la fecha.

El argumento es complejo: Erin Bell (Nicole Kidman) trabajó en su juventud como policía encubierta en una peligrosa banda del desierto de California. Su incursión en el mundo de la mafia tuvo consecuencias fatales para su mente de las que cree haberse recuperado. Sin embargo, cuando el líder de la banda vuelve a dar señales de vida, Bell sufre una odisea moral y existencial.

Junto a Nicole Kidman, el reparto de ‘Destroyer‘ incluye a Sebastian Stan, Bradley Whitford, Tatiana Maslany, Toby Kebbell, Scoot McNairy y Beau Knapp .

Destroyer permite a Nicole Kidman desplegar su talento como actriz. La película es un auténtico viaje a los infiernos de esta agente de policía de Los Ángeles traumatizada por un error del pasado y su desastrosa relación con su hija adolescente. Ahora deberá infiltrarse en la organización criminal de nuevo lo que despertará todos sus fantasmas interiores.

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Por un lado, esta mujer herida arrastra una tremenda carga  emocional que la hace tomar decisiones equivocadas en su vida personal, sobre todo en su difícil relación con su hija.  Por otra parte, sin embargo, las sombras del pasado aún permanecen tanto en el aspecto positivo como en el negativo. El personaje de Nicole es a la vez fuerte y débil, agresivo y necesitado de cariño. Amable y cínico. Todo un festín de matices y de interpretación para una Nicole Kidman en estado de gracia.

La trama se mueve en torno a dos ejes capitales: el robo a un banco —en el cual Erin Bell está infiltrada— y las consecuencias derivadas que afectan en la relación con su hija adolescente, a la que intenta alejar de la mala vida.

Pero la directora  Karyn Kusama no se centra únicamente en la acción ( como erróneamente parece sugerir el título: Destroyer) sino que muestra al espectador los recovecos sentimentales incluso perversos de la existencia del personaje.

Es cierto que el ritmo decae por momentos ya que Kusama no mantiene siempre el equilibrio entre pasado y futuro, introspección psicológica y fuerza activa , pero pese a todo la   película interesa y llega a emocionar por momentos.   En todo ello Nicole Kidman con su prodigioso trabajo de transformación física y moral tiene mucho que ver y es que al final ella es la película.  Lo que no es poco.