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Carta a Albert Rivera: No te creo, Albert, estás todo el día cayéndote del caballo (el vídeo no tiene desperdicio)

Redacción




Enrique de Diego.

No te creo, Albert. Tu ejecutiva, que no es otra cosa que una caja de resonancia, la voz de su amo, una pandilla de palmeros, el politburó riverista, a los que tú has nombrado, ha aprobado por unanimidad que Ciudadanos no pactará con el PSOE de Pedro Sánchez después de las elecciones del 28 de abril. El hombre de la ejecutiva que tiene más criterio propio, José Manuel Villegas, aunque siempre curiosamente coincide con el tuyo, como el de Goebbels con el de Hitler, ha dicho que “ni un solo voto de Ciudadanos va a servir para que Pedro Sánchez siga como presidente del Gobierno”. Y tampoco me creo nada del pelota mayor de Ciudadanos.

Albert Rivera, cuando era provida. /Foto: m.forocoches.com.

Mira, Albert, te creí cuando para las elecciones europeas del 7 de junio de 2009, ayer como aquel que dice, me dijiste –y a todos los españoles- que la unión entre dos homosexuales no era matrimonio, cuando expresaste con total convicción que el derecho a la vida era sagrado y el aborto era malo y perverso, cuando me aseguraste que la Unión Europea era un proyecto fallido y antidemocrático, que necesitaba una renovación a fondo. Leches, y esas cosas tan claras me las dijiste con José Manuel Villegas de número 2 en la candidatura de Libertas-Ciudadanos.

Ahora resulta que a la Plaza de Colón te fuiste con la bandera arcoíris porque dices que el lobby gay en Ciudadanos es muy amplio, y tú y esa presunta defraudadora de Begoña Villacís asistís al día del orgullo gay en primera fila. ¿Cómo te voy a creer, Albert, en nada de lo que digas? Ahora resulta que apruebas la eutanasia y te vanaglorias aunque no tienes ni la decencia de utilizar el término, buscando la elipsis de que defiendes ‘la dignidad desde el principio de la vida hasta el final’; es decir, que defiendes la muerte. ¿Cómo te voy a creer, Albert? Y ¿cómo voy a creer a Villegas, que iba de número 2 en la lista de Libertas? Y, para más inri, ahora eres el más europeísta y el mayordomo de Macron y los de Ciudadanos lleváis esos corazoncitos tan horteras con la bandera catalana, la española y la europea, que parecen un pastiche o un puzle. ¿Cómo te voy a creer, Albert, si cada día dices una cosa?

Albert Rivera, de diseño macronista, en la Plaza de Colón.

Hay una conversión evangélica famosa, la del gran San Pablo de Tarso, que se cayó del caballo camino de Damasco, cuando iba a perseguir cristianos. Pero es que lo tuyo, Albert…es que estás todo el día cayéndote del caballo y levantándose tan tieso sin dar ninguna explicación. Es que como veleta lo bordas; la veleta de Ciudadanos parece que está siempre en pleno vendaval, y nunca se sabe hacia dónde apunta.

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Fran Carrillo y Mar Hormigo, senadores gracias a los votos de Vox.

No ibas a pactar con Vox bajo ningún concepto, ni harto de vino ni de cualquier estupefaciente, y has votado, que se sepa, al senador de Vox, Francisco José Alcaraz. Claro, de que votaron a los dos tuyos que son un par de botarates oportunistas. Porque Ciudadanos está lleno de botarates y de oportunistas. Es un partido de rolleros sin ningún principio, a tu imagen y semejanza.

Albert Rivera e Ignacio Aguado. Y la financiación, ¿qué? /Foto: nuevaeconomiaforum.org.

Y, mira por donde, Albert, con eso de la nueva política te has llenado la boca de transparencia y regeneración. ¿Qué transparencia tienes en tu financiación? Te lo voy a aclarar de aquí a unos días, Albert, en homenaje a esa nulidad torpe de Ignacio Aguado, que me quiere meter en la cárcel, que eso es muy transparente y muy democrático, y a lo mejor os cuesta muy caro. Y, regeneración, ¿qué regeneración, Albert? Primarias sólo va a haber en Madrid y con un recuento telemático que para sí lo querría el conde de Romanones, controlado por el ínclito Fran Hervías, alias El Señor Lobo, que lo sacaste de la recepción de un hotel y mata, casi literalmente, por ti. No nos toques, Albert, tanto…las amígdalas. Pero si en Ciudadanos eres una especie de Führer o de Conducator de opereta y comedia bufa y sainete. ¿O no te has enterado que en Ciudadanos no se vota a los cargos, que no rige el principio de representación, sino el de delegación? Es decir, que tienes delegados y coordinadores territoriales que tú nombras, lo mismito que Hitler en el SNAP nombrando a los gauletier. ¿Cómo te voy a creer, Albert? ¡Si mientes más que hablas! Si todo en ti es mentira cochina, si te caes tanto del caballo que el jumento ya está mareado.

Albert Rivera con otros dirigentes de Ciudadanos. A su izquierda, Emilio Argüeso.

Lo tuyo no es un partido, es un cachondeo, una pandilla de amiguetes y tú el flautista de Hamelin. Pero si en la Comunidad Valenciana son todos zaplanistas, el núcleo duro del zaplanismo. Pregúntale a Emilio Argüeso, otro que tal baila. ¿Eso es regeneración, Albert? Y tú me lo preguntas, Albert. Regeneración es que tú te vayas.

Susana Díaz, con su mayordomo servil Juan Marín.

Bueno, no aceleremos, que todo se andará. Así que Villegas se ha puesto serio. Villegas poniéndose serio lo borda, miente con mucho convencimiento, y con aires de funcionario de pompas fúnebres. Se ha puesto serio y ha dicho que “ni un solo voto de Ciudadanos va a servir para que Pedro Sánchez siga como presidente del Gobierno” y ha sonado a chirigota del carnaval de Cádiz. Pero ¿no te acuerdas, Albert, no se acuerda el Villegas de la triste figura que votaste a Pedro Sánchez en una moción de censura para que fuera presidente del Gobierno? ¿Y no te acuerdas, Albert, desmemoriado, que con tanta caída del caballo te ha reblandecido la sesera, que has sostenido al PSOE y a Susana Díaz en la Junta de Andalucia, y eso cuando Pedro Sánchez estaba en modo traidor y con los diputados socialistas andaluces sosteniéndole?

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Comprende, Albert, que no te crea, porque ya no sé cuando dices la verdad o cuando mientes, o si mientes siempre, pero de distinta forma. Acuérdate cuanto te enfrentaste a la ideología de género y ahora eres su paladín. Y en eso de la transparencia, te vas al Club de Bilderberg y te comprometes a callarte como una puta babilónica. Y, encima, el triste Villegas dice que Ciudadanos no pactará con el PSOE pero que “vamos a ver si el PSOE es capaz de regenerarse”, que es dejar la puerta abierta y hacer un efecto llamada a una revuelta palaciega.

¿Cómo te voy a creer, Albert, si un día te acuestas de centro-izquierda, y te levantas de centro-derecha y cuando vuelves a acostarte eres de centro? ¿Cómo te voy a creer, Albert, si un día estás con la FAES y José María Aznar y al siguiente te crees la reencarnación de Adolfo Suárez? ¿Cómo te voy a creer Albert si un día te pones el pijama socialdemócrata y al día siguiente amaneces en cueros liberales? Hombre, es que los socialdemócratas y los liberales llevan toda la vida a la greña, y, claro, no sabemos si es que has leído a Friedrich Hayek o a Ludwig von Mises o a Milton Friedman o Murray Rothbard o a Robert Nocik y te han convencido o no has leído a nadie y es que te han dicho en la logia que ahora se lleva lo de liberal o es que te lo ha susurrado Pedro J en liguero. Es que nunca te explicas. Te montas en el caballo y eres socialdemócrata. Te caes el caballo y del coscorrón te levantas liberal. Así de fácil.

Mira, Albert, no te creo. No te creo nada. Es que para creerte a ti hay que tener unas tragaderas tan descomunales como para comulgar con ruedas de molino, pero de las grandes, grandes, Albert. ¡Unas ruedas de molino como el Himalaya!