Editorial.
En una situación de emergencia nacional como la que vivimos, en la que el ilegítimo Gobierno de España se niega a abrir las urnas al tiempo que se sostiene sobre los votos de los golpistas separatistas, es preciso que la nación muestra su voluntad de supervivencia de manera plebiscitaria, en la calle.
La concentración en la emblemática Plaza de Colón el domingo, a las 12 horas, va a ser un hito decisivo en el devenir de la Patria, como una reafirmación de la voluntad de convivencia y concordia. Se trata de un acto metapolitico y preconstitucional, pues ha de remitirse al consenso básico de la nación, como narrativa común, como pasión dominante y como sentimiento de pertenencia.
Hay que agradecer al Partido Popular y a Ciudadanos la convocatoria y a Vox que se haya sumado a ella. Se trata, sin embargo, de un acto por encima de los partidos, que implica a toda la ciudadanía. Sería tan deseable como lógico que asistieran militantes, y aún dirigentes del PSOE, que vienen mostrando su desacuerdo con la demencial deriva de Pedro Sánchez, en su afán por permanecer en el poder.
Frente al reto separatista, frente al entreguismo del Gobierno, Rambla Libre anima a todos sus lectores a estar presentes en la Plaza de Colón el domingo a las 12 horas. Una reivindicación inmediata es la celebración de elecciones con carácter inmediato. Pedro Sánchez tuvo legitimidad para presentar la moción de censura, ganarla y de inmediato celebrar las elecciones, pues a él no le votó la nación y tampoco votó a una destructiva coalición PSOE-Unidos Podemos y separatistas. Se hace precisa una reforma de la Ley electoral que quite a los secesionistas la capacidad de decidir el destino de la nación. Es preciso ilegalizar a los partidos que no aceptan la unidad de la Patria y conspiran contra ella.
El domingo es un día histórico, un día de afirmación patriótica. Es el día del plebiscito por España: Todos a Colón. ¡Viva España!