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Podemos se disuelve como un azucarillo: Dimite de todo Ramón Espinar

Redacción




Miguel Sempere.

Lo que le sucede a Podemos es que tiene malas perspectivas electorales, que se ha tornado irrelevante en Andalucía donde la sangría se establece en una pérdida de 300.000 votos, que la marca Podemos está en proceso de autodisolución porque no tiene perspectivas y porque su institucionalización le está pasando una fuerte factura al tiempo que el caudillaje de Pablo Iglesias, que en algún momento se asemejó a una especie de culto a la personalidad, está en proceso de descrédito y demolición.

Podemos se presentó en las elecciones a través de un maremagnum de marcas blancas y confluencias y ahora tocaba proceder a un proceso unitario bajo el paraguas supuestamente unificador de Unidos Podemos. Esta estrategia puede darse por fracasada y Podemos por finiquitado. Se está disolviendo, de hora en hora, como un azucarillo. La fuga de Iñigo Errejón hacia Ahora Madrid es un intento de salvación política personal poniéndose bajo la estela de Manuela Carmena que aparece menos quemada que un Pablo Iglesias, que mansión en Galapagar por medio, lleva tiempo acumulando errores y desgaste y que se ha situado en la posición vicaria de satélite de Pedro Sánchez, con escenas tan poco edificantes como actuar de recadero y mediador de los Presupuestos por las cárceles en reuniones con los golpistas. La misma imagen de un partido controlado por una pareja, el jefe y su exjefa de gabinete, resulta grotesco. Para colmo de males, el chavismo que fue la referencia ideológica fundacional de Podemos, aunque durante un tiempo se camufló con pretensiones de transversalidad, vive sus últimas horas, tras haber hambreado a la población en dimensiones inenarrables.

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La penúltima crisis de Podemos es la dimisión de todos sus cargos institucionales y orgánicos de Ramón Espinar. Es decir, se va de presidente de Podemos Madrid, de diputado autonómico y del Senado, donde era el portavoz de Podemos. La crisis de implosión que se ha iniciado en Madrid corre el peligro de extenderse inmediato por toda la geografía nacional. Podemos puede darse por muerto. El día del sepelio está fijado: el 26 de mayo. Queda por saber quién oficiará los funerales y qué será de Pablo Echenique, quien seguramente arderá en la pira funeraria de Pablo Iglesias.