Editorial.
El balance que se ofrece de las manifestaciones del heroico pueblo venezolano contra el tosco y mostrenco tirano Nicolás Maduro es de 13 muertos. La comunidad internacional, que está reconociendo a Juan Guiraó, no puede consentir esta masacre represora. Estados Unidos, con el respaldo de naciones sudamericanas, debe intervenir cuanto antes y desalojar al tirano que lleva imponiéndose por las armas desde hace tiempo. El presidente Trump ha indicado que tiene todas las opciones sobre la mesa. La única opción hoy, aquí y ahora, es la intervención militar cuanto antes, sin demora. Por supuesto, sería conveniente que lo hiciera el ejército venezolano, pero a estas alturas del chavismo el ejército es una cloaca de corrupción y relación directa con el narcotráfico. La cúpula militar debe ser depurada y juzgada. La opción de convocar unas elecciones libres sólo puede venir del presidente legítimo que no es otro que Juan Guiraó, presidente de la Asamblea Nacional, el único foco de legitimidad en esta Venezuela atormentada.
Un dato puede resultar gráfico para comprender el desastre al que se ha llevado al pueblo venezolano, que tantas muestras de heroísmo ha dado y está dando; la inflación prevista para este año es 1.370.000%. Han leído ustedes bien, aunque ni la imaginación parece capaz de asumir tamaño desatino. La economía se contraerá el 18%. La población venezolana está siendo hambreada.
Lamentamos con profunda indignación la tibieza del Gobierno español y de la Unión Europea, con la excepción de Emmanuel Macron. Aunque será cuestión a tratar con mayor intensidad en el inmediato futuro, no vamos a dejar de señalar la responsabilidad tremenda que entre los españoles tiene el partido escombrera Podemos cuyo objetivo era importar a España la llamada ‘revolución bolivariana’ o personas tan deleznables e inmundos como Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero o Iñigo Errejón, así como La Sexta que ha dado pábulo y publicidad a los chavistas españoles.