Editorial.
En los anales ilicitanos, en medio de esta legislatura perdida y de la oscura y conflictiva anterior, Sebastián Polo ha quedado como una referencia de honradez y buena gestión en su cargo de Concejal de Seguridad. En la Policía Local se le añora y en la ciudadanía se le valora por su cercanía y capacidad de diálogo con la gente, lejos de la prepotencia y la fatuidad habitual en los políticos profesionales. Precisamente porque él no lo es: ingeniero, con cuatro carreras universitarias en sus codos y a sus espaldas, Sebastián Polo, con una actividad profesional privada exitosa, es una de esas personas que puede devolver a la sociedad, con ilusión, mucho de lo que ha recibido. Con fuerte presencia en el campo de Elche, terreno habitualmente olvidado, tiene una sincera y profunda preocupación por los jóvenes, a los que es preciso devolver un presente y unas expectativas de futuro que se le han robado.
Sebastián Polo fue capaz de enfrentarse a los tejemanejes de Mercedes Alonso, por lo que fue perseguido y expulsado de la Junta de Gobierno. Sería el cartel perfecto de la candidatura de Vox en Elche, lo que haría cambiar sustancialmente el panorama político ilicitano. Y contaría con todo el apoyo de Rambla Libre.