Luis Bru.
Las cosas en casa de los Ramírez van demasiado bien o demasiado mal, según como se miren. Pedro J compró una casa en el Barrio de Salamanca,en veinticuatro horas y sin regatear. El riojano nunca ha sabido lo que tenía en el banco y es un manirroto. Pagó a tocateja 3 millones de euros. El propietario ha dicho a propios y extraños que se la hubiera vendido por la mitad pero Ramírez fue ver y comprar.
La casa tiene un problema. Es un bajo. Por motivos de seguridad, las persianas están habitualmente bajadas. Esto genera incomodidad y, según las fuentes solventes informantes, Cruz Sánchez de Lara, armas de mujer, quiere nueva casa y que ésta esté a su nombre. Ramírez ya le puso un piso a Álvaro, el hijo de Cruz.
Desde que Cruz pescó a Ramírez -‘mi churri es un pez gordo‘, decía- existe en el entorno del riojano el temor o la sospecha de que dilapide el fortunón que recibió cuando salió de El Mundo y termine arruinado, dada su dispendiosa vida y la mala línea que lleva la empresa de su digital que reconoció en el año 2017 unas pérdidas de 1,9 millones, y en cuya contabilidad contabilizó como activos 2,9 millones de impuesto diferido y 1,6 millones de inversiones en «otras empresas del Grupo» y tuvo un significativo descenso en los ingresos por suscripciones. Una ruina.
http://ramblalibre.com/2019/01/05/jesus-munoz-el-feminismo-de-cruz-sanchez-de-lara-destila-odio-falta-de-autoestima-y-animo-de-venganza/