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Italia brama por el sexismo saudí en la Supercopa entre la Juve y el Milán

Redacción




Virginia Montes.

Italia brama, está que trina. La Supercopa italiana va a jugarse en Arabia Saudí, en el estadio Rey Abdullah de Yeda, entre la Juve y el Milán, con medidas vejatorias y sexistas contra las mujeres. Los hombres estarán en las mejores localidades y las mujeres, apartadas, en las gradas más altas, siempre que vayan acompañadas por un varón. Se ha desatado una auténtica tormenta política.

El mejor portavoz de la indignación nacional es el ministro del Interior, Matteo Salvini para quien “que la Supercopa italiana se juegue en un país islámico donde las mujeres no pueden ir al estadio si no van acompañadas de hombres es una tristeza, una inmundicia. No voy a ver este partido. Es un fútbol esclavo de los negocios y las televisiones. No quiero un futuro similar en Italia para nuestras hijas”.

Los intereses económicos no pueden prevalecer sobre los derechos”, subrayó el subsecretario de Estado Vincenzo Spadafora, responsable de políticas de igualdad. “¿Hemos vendido siglos de civilización europea y batallas por los derechos de las mujeres por el dinero de los saudíes? La Federación Italiana debe bloquear de inmediato esta vergüenza absoluta y llevar la Supercopa a una nación que no discrimine a nuestras mujeres ni nuestros valores”, exige Giorgia Meloni (Fratelli d’Italia).

Juventus y Milan se mantuvieron ayer en silencio, mientras los pronunciamientos de la prensa arreciaban. “Por 7 millones de euros la Serie A acepta reglas que son contrarias a nuestra Constitución”, denunciaba un sindicato de la RAI. Rotativos como Corriere della Sera abogan directamente por la suspensión: “La final no es una excursión exótica en un país donde rigen ritos y costumbres extraños. Es un trozo de Italia el que se juega en el exterior y no podemos tolerar que haya espectadores, por un lado, y espectadoras inferiores por otro”.