Enrique de Diego.
Estás teniendo, Pedro J, una ancianidad penosa y patética. No hay rastro de decencia ni de decoro, junto a una abogada que ha dejado su camino de trepa sembrado de cadáveres y a la que notoriamente se le ha pasado el arroz y os mostráis con un impúdico descaro como dos horteras de bolera. En los anales de la horripilante en el devenir humano merece ocupar un lugar destacado la terrible foto con la que os habéis puesto en evidencia en estas fiestas de la Natividad del Señor de 2018 como los nuevos amantes de Teruel –con perdón de Federico, que es al menos un patriota cabal-, tonta ella y tonto él. Parece, la verdad, el inicio de una película barata de terror. ¿No podéis, por vuestro propio bien, dejar de hacer tan ostentosamente el más patente ridículo?
A qué te dedicas, Pedro J, o Pedro a secas como te ha rebautizado tu churri. Antes, al menos, escribías libros. No he leído ninguno. No puedo formarme juicio. Pero, ahora a qué te dedicas, de sarao en sarao, con tu obsesión hilarante con los leones, cuando tú eres un añoso gatazo, en el que el devenir de la vida ha dejado muestras alopécicas. Hubo un tiempo en el que diste alguna exclusiva. Ahora a qué te dedicas, a asistir a la boda de la hija del propietario de Natur House, marca que desacreditas con tu presencia. Has mentido mucho, muchísimo, el mayor mentiroso desde Münchhausen. Todavía tienes que pedir perdón a todos y cada uno de los españoles por tus groseras mentiras sobre la masacre del 11-M, todavía tienes que ir a poner flores sobre la tumba de Magdalena, quien se suicidó tras dejar su testamento verbal: “Pedro J y Losantos son dos hijos de puta”, todavía tienes que explicar a toda la sociedad española por qué y en calidad de qué te empeñaste en que se pusiera en libertad a Jamal Zougham, que había matado a 192 personas y al que han detenido, estando en la cárcel, por ser el dirigente del cruel Daesh en el frente de las cárceles españolas dispuesto a matar funcionarios, y al que tú ensalzaste como un mártir. Conviene que te apliques a la tarea cuanto antes.
Por el contrario, un buen amigo, si lo tienes, tendría que aconsejarte que dejes de hacer el ridículo, que no torres más con esa paranoia patética de los leones, que dejes de estar todo el día vestido de gala como un galán ocioso, que te vea un buen especialista, que dejes, que dejéis de imitar a Ágatha Ruiz de la Prada, porque tú, Pedro de los collons, nunca has sido una celebridad, has sido un periodista, un mal periodista, ni tampoco lo ha sido ni lo será nunca Cruz Sánchez de Lara (nacida María de la Cruz Sánchez), una mala estudiante y una pésima abogada, a tenor de los datos, a la que ya no se ve por los Juzgados.
Tú, Pedro de los collons, no eres William Randolph Hearst, ni tienes una mina de oro, ni 26 periódicos de circulación nacional, ni el The San Francisco Examiner, tú tienes una birria de digital que es una ruina, que ha perdido 1,9 millones de euros en 2017, que cada vez ingresa menos por suscripciones porque por falta de interés y tedio salen todos huyendo, y si se mira bien la contabilidad, como han hecho los expertos de Rambla Libre, es posible que esas pérdidas se eleven a 6 millones de euros en 2017. ¡Ciérralo cuanto antes! Sé sensato. Ese amigo que no tienes te diría que hagas un cierre ordenado antes de que te veas en la ruina o se descubra que has tenido una presunta administración desleal descapitalizando la empresa con tu sueldo y fundiéndote la herencia legítima de tus hijos.
Y a qué viene ese lenguaje inclusivo, esa soberana estupidez de Mamá Noël. ¿Padeces algún trauma inconfesable? ¿Os habéis vuelto tontos? ¿Os pasáis los días entrenando? ¿Os queréis hacer los graciosillos con esas chorradas de parvulario? La gente está harta de esas bromas baratas de feministas de baratillo, de tres al cuarto. Ya no producen risa, ya no hacen gracia. Indignan. La gente está hasta más arriba de las amígdalas de todo el daño que se ha hecho con esas patochadas. No es Mamá Noël, ni nadie que se le parezca; es Cruz Sánchez de Lara, que ha perseguido judicialmente a su primer marido, Juan Carlos Iglesias Toro, hasta postrarle en la cama de por vida, que ha sido denunciada por la compulsiva tendencia de sus clientas a presentar denuncias falsas de violencia de género, sólo para provocar daño y conseguir hacer negocio. Mamá Noël, sólo por esa agresión gratuita todos los suscriptores de El Español deberían darse de baja a la carrera, para no ser estafados.
Pero si Pedro J ya no te hacen ni caso ni los de Ciudadanos, que han terminado pactando con Vox para pillar sueldo y poltrona, en contra de tu criterio de consejero aúlico y mentor de Albert Rivera, el veleta, que nunca será presidente del Gobierno y que se está calcinando en Andalucía. Eres, Pedro de los collons y los calcetines rojos, el abuelo porreta que no ha sabido envejecer. Eres hoy un fracaso, un fracasado. No eres Hearst, eres una parodia de ti mismo. Das grima. Das pena, leoncito de papel mojado.
Más vale que te preocuparas más por tu amigo Eduardo Zaplana y aconsejaras mejor a Ignacio Aguado.