Miguel Sempere.
Felipe de Borbón en el país de las maravillas o el síndrome de Zarzuela en dimensiones estratosféricas. Insulso mensaje del monarca, lleno de obviedades y frases hechas, con referencias manidas a la transición, como punto de su legitimidad, y vagas reflexiones sobre el consenso. Sensibilidad hacia la violencia machista o hacia el cambio climático. Ninguna referencia a la crisis catalana y al intento de secesión en ciernes. Nada que sonará a una defensa clara de la unidad de España. Un mensaje inconsistente y prescindible. Una completa pérdida de tiempo.