Miguel Sempere.
Clima caliente de despropósitos en Cataluña. El presidente de la Generalitat, Quim Torra exige una purga entre los mossos por haber cargado contra los violentos CDR, brazo armado del golpismo, cuando los antidisturbios cargaron contra grupos de violentos que pretendían impedir la celebración de actos de Vox en Gerona y Tarrasa de conmemoración de la Constitución.
Torra ha dado cuatro días al conseller Miquel Buch para que rueden cabezas. El conseller quien primero respaldó a los policías a sus órdenes, ahora ve que algunos se extralimitaron y no respondieron con el principio de proporcionalidad. Sin embargo, quince mossos sufrieron lesiones. No hay demasiados precedentes de que las autoridades políticas no respalden la acción de antidisturbios. Esto es prácticamente dejarles desarmados ante el pillaje y la violencia; una grave irresponsabilidad que muestra como el separatismo está perdiendo el control de la situación por su radicalismo y sus divisiones internas.
Los sindicatos de Mossos d’Esquadra han pedido la dimisión del conseller de Interior, Miquel Buch. En un comunicado, Sap-Fepol –sindicato mayoritario en la policía catalana– ha expresado su hartazgo por el cuestionamiento de “cada una” de las actuaciones de los agentes, ha pedido la despolitización del cuerpo, ha calificado de “inadmisibles” las presiones para reformar la cúpula de Interior y ha solicitado la dimisión del conseller.
El portavoz del sindicato Uspac, Josep Miquel Milagros, ha condenado la “violencia en lo que tendrían que ser concentraciones pacíficas”, ya que considera que los altercados deterioran la imagen del conjunto de la ciudadanía de Cataluña. “Los agentes estaban en formación de descanso haciendo la línea policial”, ha detallado, y ha criticado que hubo manifestantes que lanzaron las vallas de separación contra los mossos antidisturbios y les hirieron, por lo que ha pedido que la Generalitat se persone como acusación particular contra los manifestantes que agredieron a agentes y dejen a los mossos fuera del debate político.