AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Victoria del patriotismo sobre los bufones y sus amos

Redacción




Editorial.

La petición de disculpas por parte de José Miguel Monzón y Dani Mateo es en sí torticera e irrelevante, pero al tiempo tiene la importancia de la victoria del patriotismo sobre los bufones y sus amos. Las pedestres excusas se han resumido en dos mentiras de supina estupidez: “no tenía intencionalidad política” (Monzón) y “no quería ofender” (Mateo). Entre medias, el propietario del bar El Ideal ha expresado tortuosas e infantiles reflexiones de caótica intencionalidad política -que si mientras se habla no hay guerra- y difusas referencias a la libertad de expresión que ellos pretenden ejercer en monopolio –“apuesto porque en este país se pueda seguir haciendo este tipo de comedia”. La cobardía de estos personajes ha llegado hasta descargar su responsabilidad en los guionistas, como si estos tuvieran la última palabra.

La intencionalidad política es la recurrente criminalización y ridiculización del patriotismo y el desprecio de los símbolos patrios –bandera e himno- supuestamente enfrentado con las gentes. Un discurso para indigentes mentales podemitas y ampliamente compartido por las filas socialistas, lacayunos ambos de los separatistas, hasta llegar a considerar provocación homenajear a la Guardia Civil en Alsasua.

La manifiesta sorpresa es que el despreciado patriotismo español ha reaccionado ante la ofensa chusquera de manera espontánea, ha demostrado su vitalidad y su fuerza. No ha sido liderado por ningún partido político ni propiciado por movimiento organizado alguno sino que ha crecido como un incontenible mar de fondo a través de las redes sociales, imponiendo su dictado y haciéndose respetar, frente al monopolio mediático de una casta apátrida de chequera. Eso es lo importante en esta anécdota que, por varias cuestiones, adquiere notoria condición de categoría.

NO TE LO PIERDAS:   REPENTINITIS: Un aficionado de la Cultural Leonesa sufre un infarto en el Reino

Por de pronto, ha motivado importantes e histéricas reacciones empresariales inmediatas. Atresmedia, de la decadente familia Lara, decidió de inmediato retirar el sketch ofensivo de su página web y de su twitter oficial. Medidas sin precedentes. Seis empresas han retirado su patrocinio al bufón Dani Mateo o al programa El Intermedio, por ética o por miedo a las pérdidas en sus negocios. Y siendo personajes de reconocida prepotencia, dados a la provocación fácil y al insulto gratuito, resulta obvio que Monzón y Mateo se han visto obligados, también por sus superiores, a presentar unas vergonzantes disculpas.

El patriotismo ha vencido sobre los bufones, esos que están acostumbrados de manera gregaria, a imponer ortodoxias imperantes y, habitualmente, destructivas y degradantes. Lo ha hecho también sobre la hipocresía de sus amos, habituados a mantener la ‘pinza’ de la propiedad de medios de líneas editoriales aparentemente contradictorias, y acostumbrados a esconderse tras una libertad de expresión ficticia, que niegan a los demás. Nadie ha negado a Dani Mateo su derecho a sonarse en la bandera de España, pero se ha exigido, simplemente, el derecho a indignarse ante el gesto ofensivo y estúpido y establecer consecuencias, que, de seguro, resonarán durante mucho tiempo. El desprecio a España, a la nación, a su unidad, a sus símbolos ha dejado de ser impune. España, la nación, su unidad y sus símbolos le importan a mucha gente, a mucha más de la que pensaban esos bufones acostumbrados a presentarse con los bellos atavíos de la cultura y con los fulgurantes del humor cuando no van más que revestidos con los harapos de su ignorancia y la hiel de su amargura.

El problema son Dani Mateo y Monzón, pero mucho más es La Sexta y la hipocresía garrula de sus amos, antipatriotas de chequera, como en chiste fácil reconoció el degradado Monzón haciendo referencia a los ceros de su nómina. Esta izquierda, al final, sólo entiende el lenguaje del dinero. Patriotas españoles, sin buscar nada a cambio, sin ningún beneficio, han mostrado su justa indignación y su amor a la bandera y a todo cuanto representa, su amor incondicional y gratuito a España. Y esa es una fuerza que estaba ahí, latente, y ha emergido para quedarse. España es mucha España.