Enrique de Diego.
Nada tan patético como ver a niñas disfrazadas de brujas y a niños de esqueletos. No se ha visto en el mundo una horterada más grande. Hay que acabar con esta broma macabra que se ha impuesto a golpe de televisión y con la complicidad absurda de los colegios.
https://youtu.be/P37laTkxFgw
No es una tradición española. Ni tampoco una tradición renovada asumible. Como dice el maestro César Vidal en Rambla Libre no «es excluyente que sea una celebración satánica o una completa estupidez». No se deben dar las batallas por perdidas, ni dejarse llevar por la corriente. Cada uno que reaccione y acabe en su casa con esta macarrada insufrible está haciendo un claro bien a sus hijos y está consiguiendo una gran victoria. No ríamos las gracias que maldita la que tienen.