Enrique de Diego.
Niñas vestidas de brujas, niños vestidos de esqueletos o de diablos, toda una estupidez, entre pagana y comercial, se enseñorea de las calles en una exaltación del ridículo. Hemos pedido a César Vidal que no ilustre sobre las raíces y el significado de esta falsa tradición impuesta desde la televisión y los colegios.
- ¿Qué se celebra en Halloween? ¿Por qué es una fiesta especialmente para niños?
La fiesta de Halloween es de origen pagano y, supuestamente, es una fecha en la que el mundo de los muertos se abre para que sus almas puedan acceder hasta los vivos. Dado que ese encuentro podía resultar traumático, los vivos intentaban propiciar a los difuntos mediante sacrificios y ofrendas. El peso de la festividad en el paganismo pre-cristiano no fue escaso y la prueba es que la elección del 31 de octubre como fiesta de todos los santos y del 1 de noviembre como de los difuntos muy posiblemente se debe a un intento de apartar al pueblo de su celebración mediante un intento de cristianizar la fecha manteniendo una vinculación con seres ya en el más allá. Como tantos otros intentos de asimilación resulta discutible que el resultado haya sido feliz.
Originalmente, la relación con la infancia es nula más allá del intento de proteger a ésta de las asechanzas de los muertos. Con el paso del tiempo, sin embargo, los niños acabaron adoptando el papel de esos seres del más allá y exigiendo de los adultos que les den un regalo si desean evitar un susto.
- Se dice que es una tradición celta, que la llevaron a Estados Unidos inmigrantes irlandeses…¿Cuál es su sentido histórico?
Es una posibilidad porque en Irlanda ha persistido durante mucho tiempo – como en regiones de España, de Europa occidental o de Hispanoamérica – la coexistencia del catolicismo con tradiciones religiosas pre-cristianas más o menos asimiladas. Teóricamente, carecía de sentido celebrar ambas festividades, pero es un fenómeno muy frecuente en ciertas sociedades hasta el día de hoy.
- Desde un punto de vista cristiano, ¿cuál es la visión de Halloween?
Obviamente, Halloween no tiene ningún sentido desde un punto de vista cristiano porque, en última instancia y aunque sea deshuesada, no deja de ser una festividad de origen pagano.
- ¿Cómo es la celebración en Estados Unidos? ¿Hay sectores sociales refractarios a este carnaval del terror?
En Estados Unidos, no pasa de ser para la mayoría de los que la celebran una fiesta jocosa más en la que hacen concesiones cómicas al terror y los niños visitan las casas pidiendo dulces y caramelos a cambio de no asustar a los habitantes de la casa. El hecho de festejar y beber más de la cuenta es un fenómeno relativamente frecuente porque hasta hace poco su carácter era fundamentalmente familiar y vecinal y recordaba un poco a los niños que en España recorrían las casas pidiendo el aguinaldo durante las Pascuas. Es cierto que hay sectores de la sociedad norteamericana – especial aunque no exclusivamente, evangélicos – que son muy contrarios a esta celebración recordando cada año que se trata de una tradición pagana y apuntando a que sigue teniendo su lugar en calendarios de distintos grupos ocultistas e incluso satanistas.
- En España se ha convertido en una moda a través de la televisión. Es una muestra del poder de la televisión sobre las costumbres.
Sin duda alguna, la influencia de la televisión ha sido inmensa, pero no cabe descartar que también hay una base comercial. Cuando se discute si se va a seguir celebrando el día de la madre o del padre porque hacerlo podría ofender al lobby gay, no deja de ser paradójico que se impulse una fiesta como ésta totalmente ajena a nuestra cultura.
- Y lo han impuesto los colegios. Es una fiesta en los colegios. Una fiesta oficial con concursos de disfraces.
Eso me parece disparatado, pero también he de reconocer que no es lo más enloquecido que sucede ahora en las aulas de España.
- ¿Qué fuerzas o poderes han estado interesados en imponer Halloween o ha sido un proceso de orden espontáneo?
No. No ha sido espontáneo. Por un lado, han contribuido a la popularización de la fiesta intereses comerciales, pero no puedo descartar la existencia de una agenda ocultista que no resulta difícil descubrir en la literatura y los medios.
- Los niños muchas veces tienen terrores nocturnos, no parece lo más lógico una fiesta dedicada al miedo, al terror.
No, sinceramente no parece la fiesta más adecuada.
- ¿Qué consejos daría a los padres respecto a Halloween?
Yo le sugeriría que piensen si realmente merece la pena que sus hijos la celebren o, por el contrario, si no resulta más prudente mantenerse al margen. No existe un precedente cultura en España para su celebración, no va referida a nada útil o ejemplar y tiene un indudable trasfondo pagano.
- ¿Considera que es una celebración satánica o una completa estupidez?
Las dos posibilidades no son excluyentes. Halloween es, ciertamente, celebrado por grupos de carácter ocultista y satanista y tiene una enorme lógica que así sea. A la vez, no deja de resultar ridículo el entusiasmo por seguir una celebración que no tiene relación con nuestra cultura y que – y esto es lo más relevante, a mi juicio – no le aporta nada positivo.