Virginia Montes.
Al contrario que el CIS de Tezanos, basura democóspica, cuyo parecido con la realidad es pura coincidencia, y con el conjunto de los sondeos españoles, habitualmente más pensados para influir que para diagnosticar, los alemanes son muy fiables. Sus previsiones no suelen alejarse un punto arriba o abajo. El länd de Hesse tiene abiertas hoy las urnas para enterrar a Ángela Merkel, quien en diciembre tiene congreso del partido CDU y puede encontrarse con una rebelión en toda regla.
Mientras en Baviera cabía la excusa de que se trataba de los díscolos bávaros, en Hesse Ángela Merkel ha tenido que implicarse a fondo en la última semana. Los sondeos anuncian un auténtico desastre para la CDU y un varapalo para la gran coalición. La CDU ganaría las elecciones pero de manera muy pírrica, bajando 12 puntos. El desgaste de los socialdemócratas del SPD también es demoledoramente intenso: obtendrían el 21% de los votos, con una caída de 10 puntos. La conclusión más obvia es que la gran coalición no tiene legitimidad ni fuerza para gobernar.
De nuevo, son Los Verdes los favorecidos por el deterioro de los hasta ahora dos grandes partidos. Se van hasta el 18% de los votos. También la izquierda de Linde obtendrá un buen resultado con el 8%, mientras Alternativa para Alemania entra en el último länd donde no tenía representación cosechando el 13%; es el partido que está cambiando todo el panorama político alemán, bastante estable desde la segunda guerra mundial hasta la llamada crisis de los refugiados de 2015.