Luis Bru.
Según fuentes solventes, las radios de Intereconomía no están emitiendo desde hace más de un mes porque el repetidor de Húmera, Pozuelo de Alarcón, desde el que salen las señales de Radio Inter y Radio Intereconomía, ha sido saqueado. A Julio Ariza, literalmente, le han robado el cobre. Esa sería la avería a la que se refieren en ámbitos internos de lo que queda del Grupo Intereconomía. Estamos ante un hurto y ante una auténtica chapuza por parte de Intereconomía.
Como es obvio, una instalación de emisor de radio tiene un mantenimiento. Hay que imaginarse toda la película: como la instalación está a las afueras de Madrid y esta gente no sale del centro de Madrid más que en vacaciones, se han olvidado por completo de ella. Total, es una caseta en medio de un descampado, habrá dicho alguna lumbrera. ¿Para qué gastarnos dinero en seguridad, cámara de vigilancia, un mantenimiento, etc.? ¿Quién va a ir ahí?, habrá dicho otro. Resultado: no les deben haber dejado ni el candado de la puerta. Según las fuentes informantes, los daños se calculan en 30.000 euros, con los que no parece contar Intereconomía para arreglar el desaguisado. Lo lógico es que las instalaciones estuvieran aseguradas, pero la lógica hace tiempo que abandonó la sesera de Julio Ariza.
El apagón de las radios está produciendo graves daños colaterales. Por Radio Inter se emiten programas que tienen alquilada la banda horaria y que pagan, financiándose de patrocinios o de publicidad, como es el caso del programa de Pío Moa, «Una hora con la historia«, que ahora no está escuchando prácticamente nadie.
Como comenta a Rambla Libre un experto en comunicación, «uno no sabe si reír o llorar con esta chapuza«.