Miguel Sempere.
No hay ningún efecto Pablo Casado. Esa es una ficción generada por su mentor José María Aznar y por medios afines al PP. En Andalucía literalmente se desinfla, según la estimación del gabinete JM&A, publicada por Público, y realizada mediante la medición de todas las encuestas publicadas hasta ahora sobre las elecciones del 2 de diciembre. Cierto que Andalucía fue el territorio que apoyó a Soraya y con mirada maquiavélica el batacazo permitiría a Casado desactivar a Javier Arenas y desmantelar sus bases de poder, pero el vaticinio es demasiado negro para que eso pueda servir de consuelo: el PP perdería 8 escaños y 225.000 votos. El principal competidor en su espacio político sería el único que ascendería en las urnas y de una manera abrumadora: Ciudadanos pasaría de 9 a 20 escaños. No sólo cosecharía votos del PP, puesto que la suma de votos de la ‘derecha‘ subiría de 42 a 45%. Obvio que el pacto de legislatura con Susana Díaz le ha resultado rentable a la formación de Albert Rivera. El PSOE, según esa proyección, ganaría algunos votos, pero perdería un escaño, mientras Podemos con Teresa Rodríguez bajaría en votos y escaños (de 20 a 18).