Virginia Montes.
El resultado de la votación en el Senado ha sido ajustado: 50 votos a favor por 48 en contra, pero lo decisivo es que Brett Kavanaugh ya ha jurado su cargo como juez del Tribunal Supremo, en lo que es un claro éxito de Donald Trump.
Hombre próximo a las filas republicanas y con una relación fluida dentro de la Casa Blanca en la etapa de George W. Bush, es un claro defensor del derecho a la vida, lo que ha irritado a la izquierda. Las extrañas acusaciones de abusos sexuales, sin prueba alguna, se referían a supuestos hechos sucedidos en 1982, en lo que ha parecido un intento desesperado por impedir su nominación, con altas dosis de montaje.
Trump aseguró que Kavanaugh “será un gran juez del Tribunal Supremo” y consideró que el magistrado “es una persona extraordinaria” con un “gran talento”. “Creo que nos hará sentir muy orgullosos”.