Virginia Montes.
Para su regreso político, Marine Le Pen ha abordado la política de la Unión Europea en términos de recepción de inmigrantes.
Este fin de semana, el Rassamblement Nationale volvió a Fréjus. Y Marine Le Pen dio un fuerte golpe en su discurso de este domingo, 16 de septiembre, denunciando «la loca política inmigratoria» de la Unión Europea, informa Europa 1. «Hoy, los prefectos no tienen más de una actividad que la implantación de migrantes’, agregó.
Y ese fue solo el comienzo de su largo discurso. «Por esta política descabellada, que enfurece a la mayoría de los franceses, el dinero fluye libremente cuando nunca ha habido dinero para las personas sin hogar», dijo a los 800 activistas presentes.
Luego agregó, demostrando al mismo tiempo que el tema de la migración seguía siendo uno de los temas fuertes de su partido para este regreso político: «Nunca en la historia de los hombres hemos visto personas que organicen y voluntariamente la inmersión irreversible de su territorio que deliberadamente organiza la ruina de sus cuentas sociales, planifica el cuestionamiento de su cultura y así programa la desaparición de su identidad. Este aumento agrava aún más los problemas de seguridad. »
Posteriormente, ella aseguró que con su partido en el poder, «el Acuario ya no atracará en la costa francesa», una declaración similar a la de Matteo Salvini, Ministro del Interior italiano, quien dijo que más migrantes no pondrán un pie en Italia.
Ha criticado que un pueblo pequeño como Chateaudouble, en el sur del país, tenga que alojar a 72 refugiados en un centro de acogida, ha lamentado que no haya dinero para los franceses pero sí para los inmigrantes y ha vinculado la llegada de migrantes con el aumento de la violencia, que ha calificado de «terrorismo doméstico».
Para las elecciones europeas la confrontación volverá a ser entre «populistas y mundialistas», con el añadido de que ahora se considera bien arropada en la escena europea. «El gran movimiento nacional del que somos precursores en Francia gana en toda Europa. Asistimos al triunfo del pueblo», ha añadido tras felicitarse de la subida identitaria en Suecia en las recientes elecciones y recordar que las mismas ideas que defiende su partido en Francia han llegado al poder en Hungría, Polonia, Italia y Austria. Es decir, la defensa de los intereses nacionales, la recuperación de las fronteras y la resurrección de la soberanía.
En su opinión, la Unión Europea «no es Europa» sino «una construcción ideológica», una institución «dirigida por un poder anónimo que gestiona un espacio que no se ancla en ninguna historia, raíz ni tradición».
Frente a ese modelo, los nacionalistas defienden, ha dicho, una Europa «de la diversidad y multiplicidad de lenguas que se enriquece de las singularidades nacionales». «Nosotros somos los verdaderos europeos opuestos a los europeístas», ha proseguido. Luego ha aventurado que será la nueva Cámara de Estrasburgo quien se encargará de transitar de una a otra Europa.
«Son las naciones –ha insistido- quienes van a salvar Europa». Le Pen se ha hecho eco de las palabras del soberanista Hervé Juvin –que suena como cabeza de lista de RN- para hablar del enfrentamiento entre las dos visiones de Europa como de un combate «por la independencia».
En los comicios europeos del 2014, el Frente Nacional fue el partido más votado en Francia. Logró el 24,8% de los sufragios. En este momento, los sondeos sobre intención de voto sitúan a la formación de Le Pen codo a codo con La República en Marcha (LREM), el partido de Macron. Ambos se mueven en torno al 21%.
