Editorial.
Resulta inaudito el interés de Pedro Sánchez porque repita en las elecciones Manuel Carmena, y la falta de sentido común de ésta de volver a concurrir cuando por su edad y salud lo más conveniente sería una retirada. En las anteriores elecciones, Manuel Carmena consiguió engañar con su imagen de abuelita encantadora, cuando es una arpía autoritaria con un proyecto destructivo y cochambroso de Madrid.
Manuel Carmena considera superado el modelo de Ahora Madrid y el de los partidos, con lo que se encamina a un modelo peronista o chavista de personalidades independientes o de los partidos, pero sin disciplina respecto a ellos, que seguramente conducirá, a pesar de las declaraciones de estos momentos, a que PSOE y Podemos tengan que respaldar a Carmena como candidatura unitaria.
Nos parece una oferta amortizada cuya oferta en un Madrid degradado, el Madrid de la cochambre, en el que el modelo es Lavapiés, con una alcaldesa hundida en la más cutre demagogia, de puertas abiertas a la inmigración y sustitución de la población autóctona, de desprecio al orden y la Ley, de respaldo a los manteros, que no pagan impuestos, frente a la Policía Local.
Un Madrid sin orden, ley y concierto. El mayor de los desastres posibles y aún de los imaginables. El Madrid diseñado por los ricos del Parque de Conde Orgaz para hundir en la miseria y el caos a los madrileños de las clases medias y trabajadoras..
A Manuela Carmena, cuyo marido estafó a los trabajadores de su empresa, le gusta más el poder que a un tonto un lápiz. Hay que confiar en que no se cumplan sus torpes designios y Madrid no siga hundiéndose en la cochambre.