Virginia Montes.
Jimmie Akensson y Demócratas de Suecia han monopolizado la campaña. Cuando están a punto de abrirse las urnas este domingo, 9 de septiembre de 2.008, la fecha va adquiriendo un cierto tono histórico, centrado en el respaldo que recibirá Demócratas de Suecia y el nivel que alcanzará la socialdemocracia hegemónica desde hace décadas. En principio, los vaticinios más prudentes sitúan a Demócratas de Suecia por encima del 20%, y con la percepción de que o bien puede haber voto oculto o las empresas de sondeos restan para intentar mantener un sistema que se viene abajo.
Suecia va a votar contra el miedo. El discurso de Akensson se ha movido en una línea de claridad, describiendo una realidad que todos viven pero que no es reflejada por los medios de comunicación. «Hay tiroteos todos los días, coches quemados en todas partes y el 23% de las mujeres tienen miedo de salir por la noche. Nadie en Suecia debe vivir con miedo». La política de inmigración ha sido un desastre y ha hecho que Suecia sea la nación del mundo con más violaciones, con el añadido de que prácticamente todas están perpetradas por musulmanes, que viven el contribuyente sueco. Una auténtica locura, un completo despropósito.