Diego Pappalardo. Director de Consultora Universum.
Desde 2017, España fue escalando para transformarse en un gran receptor de la migración irregular proveniente de África. De acuerdo al registro público de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dependiente de las Naciones Unidas, por vía marítima, utilizando la ruta oeste del Mediterráneo, desde el 1º de enero hasta el 31 de diciembre de 2017, habrían ingresado al país 21.663 migrantes, superando el volumen del año anterior, para el cual, la OIM contabilizó 8.162 personas.
En lo que va de este año, 2018, y, según un informe de eldiario.es, digital periodístico contributivo de la mega estrategia de George Soros, España “En 2018, ha sido el país mediterráneo que más llegadas por mar ha experimentado: algo más de 26.000 personas han logrado pisar suelo español”.1 Es pertinente destacar que el relevamiento del citado portal globalista tiene como elemento basal la negación de que España sufre una crisis migratoria.
Otras fuentes muestran una disparidad respecto de la OIM y de eldiario.es, en torno al número total de la migración irregular proveniente de África en los años 2017-2018, pero no es nuestra intención, aquí y ahora, enfrascarnos en un abordaje cuantitativo de la bomba de la biomasa africana y, muy especialmente, la norafricana islamista sunita que está comenzando a padecer España, la cual constituye un capítulo de la Nueva Agenda para la Emigración, ideada por la Élite Financiera Mundial y desarrollada por el mosaico de operarios y activistas del paradigma de esa misma Superestructura de Poder.
En ese marco, el bombeo incesante de multitudes de migrantes africanas a España, sirve como arma demográfica-cultural para preservar el poder y el acrecentar el dominio financierista-economicista de la Élite Mundial, por lo cual, la erupción migratoria africana vigente no tiene como causa principal el afán de lucro de los contrabandistas, ni las problematizaciones de las políticas socioeconómicas de los países de África. Los llamados escenarios de solidaridad son fabricaciones que tienden a justificar moralmente y movilizar empíricamente a los miles y miles de activistas y organizaciones concebidos, directa e indirectamente, como se dijo, por la propia Élite Mundial, para que la ola migratoria masiva haga sentir sus efectos en las comunidades nacionales como la de España.
En ese sentido, la ideología, las organizaciones y la praxis imperantes de los humanitarios progre-liberales han aupado en España la ONG Proactiva Open Arms. Ésta, inserta en la red extensa e intrincada del especulador y arquitecto Soros, fue fundada en Cataluña en el mes de septiembre del año 2015, teniendo como su cimentador operativo fundamental a Óscar Camps, nacido en 1963, de actividad empresarial con acentuada orientación al socorrismo profesional y perceptor de jugosos contratos con las autoridades políticas de la región de Cataluña; Camps, fue premiado por el Grupo Zeta como Catalán del Año, edición 2015, y reviste, en la actualidad, como presidente de la ONG que él erigió, junto a Gerard Canals, para rescatar a los refugiados de la Isla de Lesbos y a todos aquellos migrantes que, por ruta marítima del Mediterráneo, quieran ingresar a Europa.
El empresario socorrista adquirió una fama internacional después de que fuera entrevistado por la BBC en 2015, habiendo surgido Proactiva Open Arms por la sugerencia, en palabras de su líder, Óscar Camps, del “coordinador de Emergencias de Human Rights Watch”, quien les “recomendó que creásemos una ONG y una página de crowdfunding”.2 La organización Human Rights Watch (HRW) es uno de los nodos internacionalistas preferidos de Soros, por eso, desde hace años, tiene al magnate globalista como uno de sus principales financistas; Soros, en 2010, donó a HRW la suma de 100 millones de dólares para se cubrieran los gastos corrientes de HRW hasta el año 2020.
Para cumplir con su trabajo en el Mediterráneo, Open Arms se relaciona mancomunadamente con la Coalición Italiana por la Libertad y los Derechos Civiles (CILD), nacida pocos meses antes que su colega catalana, Médicos sin Fronteras, Children Saven, MOAS, entre otras herramientas de la constelación de Soros. Diferentes voces han advertido de una colusión entre bandas armadas- traficantes de inmigrantes- y éstas ONGs, destacándose lo que el director de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), Fabrice Leggeri, dijo en 2017, afirmando tener pruebas que demostrarían la connivencia entre ciertos grupos mafiosos y algunas de las ONGs de salvamento. Open Arms ha sido premiada internacionalmente por la International Maritime Rescue Federation (IMRF) y por el Parlamento Europeo con el Premio Europeo de Ciudadanía.
La estructura organizativa y la sede de Open Arms siguen localizándose en Cataluña pero dado que ha obtenido importantes colaboraciones en el resto de España y a nivel internacional, verá incrementada su infraestructura y se amplificará su función.
La misión suprema de esta ONG catalana no consiste en rescatar gente del naufragio y de la muerte por moral humana, por más que así lo digan su jefatura y la narrativa de los grandes medios de comunicación de masas, su meta central es trasladar ininterrumpidamente los flujos migratorios a España, utilizando los recursos de la propaganda que culpa a España y al resto de Europa por los supuestos crímenes cometidos contra África y prometiendo a las sociedades que, adoptando el buenismo como razón de ser, serán redimidas. Open Arms, se autovictimiza al decir que es blanco injusto de la irritación xenofóbica porque quiere ampliar la norma inmigracionista del globalismo en menoscabo de los intereses del Bien Común de España.
Por lo que no son los críticos de la globalización y de la inmigración masiva los que dan sentido de justicia al accionar de Open Arms, es el globalismo plutocrático el que le da el fundamento genésico y la orientación determinativa de su existir.
Notas:
1-https://www.eldiario.es/