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Han situado como de extremaderecha todo lo honorable, digno, justo y hermoso

Redacción




Enrique de Diego.

Han situado como extremaderecha todo lo honorable, todo cuanto nos dignifica, todo cuanto responde al sentido universal de lo que es justo y cuando ennoblece nuestra alma con el universal de la belleza.

El amor a nuestra tierra, a lo nuestro y a los nuestros, el respeto y admiración hacia las gestas de nuestros ancestros, la veneración a nuestros héroes, la devoción a nuestros santos, la cálida emoción hacia sus gestas o hacia los monumentos –recoletas iglesias, airosas catedrales, berroqueños castillos, silenciosos monasterios, bulliciosos palacios- que nos legaron. Todo eso lo han situado –gente amargada, cutre, rancia y casposa- como de extremaderecha.

Amar a la Patria como una narrativa que obliga, sentir sincera emoción hacia los símbolos que nos unen, todo eso lo han situado en la extremaderecha.

Sentir orgullo de ser español lo han situado como de extremaderecha, ellos que son depredadores acomplejados. Defender la vida y la propiedad de los nuestros, frente a invasores y ocupas, lo han situado en la extrema derecha. Ser respetuosos del orden y la ley, valorar el trabajo bien hecho, las virtudes cívicas, los espíritus de sacrificio y servicio, los han situado en la extrema derecha.

Todo cuanto llena nuestra vida de dignidad, todos los mojones del respeto y la autoestima los han situado en la extremaderecha.

El amor a la libertad de la Patria, su unidad e integridad territorial, lo han situado en la extremaderecha.

Defender las fronteras lo han situado en la extremaderecha.

El respeto a nuestras tradiciones lo han situado en la extremaderecha. La defensa de nuestra identidad. El rechazo a la invasión y al asalto de nuestras fronteras.

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Son los ladrones de las haciendas ajenas, los parásitos del Presupuesto, los que viven del cuento, los que no saben de nada y creen saber de todo, los que intentan atenazar los espíritus con falsos dogmas, los que manipulan y niegan incluso las verdades más evidentes, los que ocultan la realidad, cuantos colocan a sus familiares, amigos y conmilitones como lastre contra el contribuyente, los que incluso entran a saquear las herencias, toda esa verdura de las eras y esa inmundicia social, sin la que la sociedad levantaría el vuelo sin problemas, ha situado todo lo honorable, digno y bello como de extremaderecha.

Así que te llamen de extremaderecha ha dejado de ser un insulto para ser el mayor de los elogios.

La extremaderecha está de moda. Es lo que viene, con todo lo honorable, digno y bello.