Editorial.
Entre los numerosos errores cometidos en las últimas décadas, uno de los mayores fue extinguir el servicio militar. Fue perpetrado por dos presuntos patriotas: José María Aznar y Federico Trillo. Las consecuencias de tan lamentable decisión han sido nefastas en todos los órdenes y altamente destructivas para el nivel moral de la juventud, a la que se le ha privado del patriotismo que conllevaba. Ahora tenemos una juventud, en altos porcentajes, alcoholizada, adicta a las drogas, irresponsables, sin respeto a las normas sociales, a veces con conductas altamente lesivas en el ámbito familiar, y, junto a ello, fácilmente manipulable.
Es preciso recuperar el servicio militar cuanto antes. Es una tendencia europea de la que España no debe quedar fuera. Suecia, que lo abandonó en 2.010, lo ha recuperado este año con la llamada a filas de 4.000 jóvenes, nacidos en 1.999, de 13.000, seleccionados. Es un servicio militar de once meses. Suecia no conseguía suficientes voluntarios para conseguir completar las plantillas de su Ejército.
En Francia, Emmanuel Macron se ha comprometido a llevar a cabo su promesa electoral de poner en marcha lo que denomina «servicio nacional universal«, que sería de solo un mes y con presupuesto propio, sin recortar el ya destinado a la defensa.
De manera embrionaria, la idea ha surgido en el partido gobernantes en Alemania, CDU. La secretaria general de la CDU, Annegrett Kramp-Karrenbauer, baraja esta idea y estudia la posibilidad de incluirla en el nuevo programa de la formación, que se aprobará en un congreso este otoño, según ha informado el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. «Necesitamos el servicio militar obligatorio y debería ser para hombres y mujeres«, aseguró al rotativo el diputado conservador Patrick Sensburg, teniente coronel en la reserva.
Más directo y claro, también en cuanto a las motivaciones ha sido el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini: «Me gustaría que además de los derechos volvieran los deberes»; frente a casos de falta de educación y sentido cívico, «haremos bien en estudiar costes, modos y tiempos para valorar si, cómo y cuándo reintroducir durante algunos meses el servicio militar, el servicio civil para nuestros chicos y chicas, así al menos aprenden un poco de educación que mamá y papá no están en condiciones de enseñar. Es necesario el servicio militar obligatorio para enseñar la educación a los jóvenes. Sirve para enseñarles la educación que los padres no dan».
En efecto, la supresión del servicio militar ha tenido efectos devastadores sobre el sentido de disciplina y respeto de la sociedad. Si bien asumimos el argumento de Salvini como propio, nuestra propuesta incluye la recuperación del patriotismo. Dado el bajo nivel moral de nuestra sociedad en el momento presente, y la degeneración inducida de la juventud, nuestra propuesta es la puesta en marcha de una servicio militar voluntario de cuatro meses, dos en cada verano de dos años, retribuidos, que permita el surgimiento de una juventud responsables y patriótica, comprometida con la defensa de la unidad y la integridad territorial de la Patria, y que devuelva la palabra deber a su diccionario personal. Hay que recuperar el servicio militar cuanto antes que con tanta irresponsabilidad quitó el Partido Popular.