Miguel Sempere.
Este es un Gobierno absurdo que se ha especializado en el postureo y el despilfarro fácil con evidentes ínfulas electorales. La pretensión de subir el techo de gasto medio punto más de margen para 2019 —un total de 6.000 millones más de capacidad financiera, en su mayor parte para comunidades autónomas y Seguridad Social (2.400 millones para cada uno)— solo recibió 88 votos a favor (los de PSOE, PNV y Nueva Canarias), 173 en contra (PP, Ciudadanos, UPN, Foro Asturias), y 86 abstenciones (Unidos Podemos, ERC, PDeCAT y Compromís). Eso significa que el Ejecutivo tendrá que elaborar los Presupuestos del próximo año con la senda anterior, la aprobada por el PP, más restrictiva. La ministra defendió el techo de gasto de 2019 (125.064 millones de euros) y la relajación de la senda fiscal como una «necesidad» que ha sido apreciada incluso por la propia Comisión Europea y que su rechazo solo inflige un «daño gratuito e insolidario» a los ciudadanos que los grupos «tendrán que explicar». Ese es el eje de la argumentación del Ejecutivo: que los partidos que hacen descarrilar el plan permitido incluso por Bruselas miren a los ojos a los españoles y les justifiquen «por qué están más preocupados por su ombligo» que por facilitar más recursos a comunidades y ayuntamientos. Recursos que se traducen, recordó, en más dinero para sanidad, educación, servicios públicos, pensionistas…
Una victoria para los ciudadanos, que ven como al PSOE se le impide profundizar en el desastre y tener más dinero para gastar en viajes al festival de Benicassim o en prebendas para los inmigrantes ilegales que agreden con cal viva a los guardias civiles, pero, sobre todo, la demostración de la indigencia parlamentaria del Gobierno Pedro Sánchez, que ha incumplido su promesa obligada en el debate de la moción de censura de convocar elecciones. Los motivos de cada voto son distintos y muchos no tienen que ver con la forma y el fondo del debate, sino con el mensaje nítido de que el Gobierno tiene que ceder, en otras materias, algunas de ellas tan fundamentales como la unidad de España, para contar con sus votos. Hoy es un día para lo que no se hará: convocar elecciones.