Miguel Sempere.
La situación se está desbordando por momentos, de día en día. Con un buenismo infantil y suicida, el Gobierno de Pedro Sánchez está dejando a España sin fronteras. Más de 400 inmigrantes, en actitud extremadamente violenta, que han provocado heridas a una docena de guardias civiles, han asaltado con éxito la valle de Ceuta. El asalto se ha producido a las 7,oo horas en una zona -próxima a la Finca Berrocal- donde existe una mayor facilidad para acercarse al perímetro debido a áreas ciegas donde las cámaras no llegan a detectar a los inmigrantes.
Durante más de una hora, agentes marroquíes y guardias civiles han intentado contener el asalto. Los subsaharianos que lograron acceder a Ceuta se dispersaron a la carrera y se dirigieron al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde ya se había desplazado efectivos de la Cruz Roja para atenderlos.
La primera decisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska fue retirar las concertinas; del Gobierno, ofrecer, por decreto, Sanidad gratis a todos los ilegales; y la gran operación de imagen de Pedro Sánchez ha sido recibir al Aquarius que Italia, con buen criterio, no quería. Internacionalmente, Pedro Sánchez se ha ofrecido a ser el campo de refugiados de Europa. España es ya el destino predilecto de magrebíes y subsaharianos. La situación está cada vez más desbordada.