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Kolinda Grabar Kitavovic, la presidenta que se paga sus viajes en turista y que no acepta ‘refugiados’ en Croacia

Redacción




Virginia Montes.

La presidenta de Croacia, Kolinda Grabar Kitavovic se ha convertido en una figura internacional, aupada por los éxitos de la selección de Croacia, con la que ha sabido vibrar con simpatía. Con la misma que sus compatriotas han celebrado los éxitos de su equipo, con total tranquilidad y alegría, en contraste con las celebraciones vandálicas de París, donde parece haberse celebrado más bien el triunfo contra Francia de África y el islam, como señalan comentaristas franceses.

En la final, Kolinda aguantó el chaparrón sin refugiarse, abrazó a todos los componentes de la selección y se mostró como una forofa más ataviada con la elástica del equipo croata.

Presidenta de Croacia.

Además, Kolinda ha dado un ejemplo de honradez, sorprendente en contraste con la clase política dirigente occidental, acostumbrada al privilegio. La presidenta de Croacia ha pagado sus viajes en clase turista. Y ha descontado los días en que estuvo animando al equipo nacional de sus vacaciones, sin haberes ni dietas.

Ha sido tal la simpatía desatada, que los medios progresistas han iniciado un dudoso proceso de demolición. Kolinda pertenece a la Unión Demócrata Croata, un partido conservador clásico, y ganó las elecciones en febrero de 2.015, tras haber sido embajadora en Estados Unidos de su nación. Ese año se desató la llamada crisis de los ‘refugiados’ –una invasión de jóvenes musulmanes, excedentes de población de sus fracasadas sociedades- y la postura de Kolinda fue clara: cerrar las fronteras, no aceptar ni un ‘refugiado’. Mostró su posición favorable a levantar vallas. “Creo que en el futuro será necesaria alguna valla y obstáculo físico”, declaró.

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Lo cierto es que Croacia, con esa política, no ha tenido atentados islamistas, como los que ha padecido Francia, como el de Bataclan (130 muertos, 89 en la discoteca, donde se cometieron atroces mutilaciones: uno de los asesinados tenía los testículos en la boca y varias mujeres fueron apuñaladas en sus genitales) o la masacre de Niza (82 muertos, muchos de ellos niños), ni tiene problemas de convivencia étnica, religiosa o cultural. La celebración en Francia, con dos muertos y numerosos detenidos, ha sido un ejercicio de vandalismo contra los franceses autóctonos. Una terrible fiesta de la diversidad, mientras en Croacia ha habido una alegre celebración identitaria.

Kolinda es hija de los dueños de una carnicería y una mujer muy cosmopolita. Cuando estudiaba secundaria participó de un intercambio en  Nuevo México (Estados Unidos), de donde se graduó en 1986.

Una vez de regreso en su país, terminó sus estudios en la Universidad de Zagreb, en 1992, con una triple licenciatura en Inglés, Español y Literatura. Luego hizo una maestría en Relaciones Internacionales y recibió una beca Fullbright.

Antes de asumir la presidencia, trabajó como embajadora de Croacia en Estados Unidos y como secretaria general adjunta de la OTAN. Estudió en Zagreb, Viena, Washington y Harvard. Domina el croata, el inglés, el español y el portugués.