Enrique de Diego.
Desde luego, Carmen Montón, habéis llegado con la misma o más prepotencia de siempre, cuando sois un partido que ha ido siendo rechazado por los españoles y llevados al momento electoral más bajo de la historia democrática. Habéis llegado con ánimo de revancha, de culminar y radicalizar todos los errores y las estupideces de Zapatero, que eran muchos y muchas. No habéis aprendido ni una sola lección y os tocará, al final, más pronto que tarde, aprenderlas todas de golpe y desaparecer por el sumidero de la historia. No vais a dejar en pie ni una sola letra del partido de Pablo Iglesias, el del tipógrafo, no de éste que venía a combatir el bipartidismo y se ha convertido en un mero satélite hambriento de pesebre.
Eres, Carmen Montón, una demagoga estatista y un desastre sin paliativos. Una de tus primeras medidas es ‘devolver’ la sanidad gratuita a quienes han entrado ilegalmente en España. Una broma humanitaria que va a costar, como mínimo, tres mil millones de euros anuales, que ni tenéis ni pueden dar los extenuados y expoliados contribuyentes españoles.
En Valencia, una total inutilidad
En Valencia, has sido peor que Atila, una completa nulidad. Has escondido tu inutilidad tras el tosco sectarismo de los totalitarios. Bajo el principio de estatalizarlo todo, contra todos los informes objetivos, la emprendiste contra las clínicas concertadas a pesar de que en la Comunidad Valenciana las clínicas concertadas eran el 25% más baratas, habían reducido la lista de espera de 120 a 40 días, y de 50 índices de calidad estaban mejor posicionadas en 48. Pero, según tú, “con la salud no se juega”, y es a lo que te dedicas, a jugar.
Así que, al dictado del capitalismo biomédico, al servicio de la todopoderosa industria farmacéutica, en la que terminarás colocada, como tantos de tus conmilitones (tras sangrar a los pobres y enriquecer aún más a los ricos) has dictado tu anatema de totalitaria a la violeta. Has abanderado la campaña contra la homeopatía y has advertido que se catalogue como medicamente porque “no cura”. Tus argumentos de autoridad es que eres médica y porque has visto a pacientes que han fallecido por sustituir una terapia que sí funciona por medicamentos homeopáticos.
Con corrupción a la espalda
Antes que nada, conviene que la gente sepa que no llegas virgen en materia de corrupción al Ministerio. El 29 de diciembre de 2015 Salvador Hernández Campa, tu esposo, fue nombrado gerente de Egevasa, empresa mixta de la Diputación -participada por Aguas de Valencia-, con un sueldo de 59 000 € anuales. La vicepresidenta del Consejo Valenciano Mónica Oltra cuestionó este nombramiento y lo consideró «ni ético ni estético». Tuvo que renunciar a la gerencia de la empresa pública.
Nunca he visto que la alopatía haya sanado a nadie
Mira, Carmen Montón, tengo 62 años, así que llevo alguna experiencia acumulada y por profesión, mucha gente conocida. Nunca he visto que la alopatía -el intento de sanar mediante compuestos químicos por lo propio, dentro de una concepción mecanicista y fragmentada del cuerpo humano- haya curado a nadie. Si te lees, médica, los prospectos de los medicamentos en sus efectos secundarios son para echarse a temblar. Hace poco leí uno de un psicofármaco de receta habitual y uno de esos efectos secundarios eran tener pensamientos suicidas. ¡Hermosa forma de curar! Como no curáis, sois muy partidarios de la eutanasia, de matar. Insisto: no conozco un solo caso, una sola persona, que haya sido curada de nada. Estoy dispuesto a rectificar si se me presenta.
Lo que he constatado es que cuando alguien entra en la rueda alópata cada vez toma más medicamentos, cada vez le surgen más dolencias e irremediablemente llega al óbito en una cama de hospital. Conozco muchas mujeres que han sido “curadas” de cáncer de mamá y yacen bajo tierra porque al año tenían un tumor cerebral. Curadas en la estadística oficial del cáncer mamá y puestas en la lista de muertas por no tener un diagnóstico precoz de tumor cerebral. Es sólo un ejemplo. No voy a incidir demasiado en el cultivo de virus que son los quirófanos y los hospitales de la Seguridad Social
Servilismo al capitalismo biomédico y a sus intereses asesinos
Por supuesto, que tu ataque a la homeopatía es servilismo al capitalismo biomédico y a los intereses asesinos –me remito a los prospectos, luego iré a experiencias- de la industria faramacéutica que movió 1,11 billones de dólares en 2.017, cuyo negocio está básicamente concentrado en diez multinacionales, dos suizas, una francesa, una inglesa y cinco norteamericanas. Y que utilizan, visitadores médicos por medio, sistemas de corrupción personal en gran escala: congresos en el Cáribe, vacaciones pagadas…a cambio de recetar sus productos.
En términos de experiencia, no aguanto muchas bromas, nefanda Carmen Montón, pues mi padre murió hecho un guiñapo por la medicación alópata y mi hermano pequeño fue asesinado en una Clínica de la Seguridad Social mediante dosis excesivas de medicamentos. Es decir, nunca, nunca he visto curar a nadie con medicamentos alópatas, pero sí puede asegurar que he visto matar a gente con medicamentos alópatas.
En mi caso, sólo he sido curado por la homeopatía, el sistema desarrollado por Samuel Hahnemann mediante el principio de similitud. Curado es curado, no dado de alta. Fui dado de alta muchas veces con tratamientos alópatas y cada vez iba a peor. Con la homeopatía he sido curado, sin secuelas, sin efectos secundarios. Me resulta estomagante eso de que eres médica, nepote Montón, incompetente proteica, pues mi médico homeópata es médico, no es curandero, como pretendéis tratarlos, número uno de su promoción, pero se negó a practicar la medicina asesina –donde se hubiera hecho, de seguro, muy rico y hubiera asistido a varios congresos en el Caribe- y responder al principio de sanar. No es como tú, Carmen Montón, que eres una vendida a la industria farmacéutica, esa que vende medicamentos que tienen como pequeño efecto secundario inducir al suicidio.
He visto también convulsiones epilépticas y febriles terribles en bebés con el cerebro en formación tras administrárseles vacunas o pasar directamente al autismo. Y a ese negocio de muerte y sufrimiento le llamáis medicina. Un médico del siglo XVI por el que siento veneración, Andrés Laguna decía que los cementerios están llenos de errores médicos y dedicó los últimos años de su vida a recoger medicina naturales, trabajo que publicó en su magno Dioscórides.
Eres una inútil y una mentirosa porque la homeopatía sí cura; lo que no cura es la alopatía, pero da mucho dinero.