Virginia Montes.
En Nigeria está en marcha un genocidio de los cristianos. Según The Christian Post, entre enero y junio de este año, han sido masacrados más de 6.000 cristianos, la mayoría mujeres y niños. Quienes llevan a cabo estas matanzas son musulmanes de la etnia fulani -nómadas ganaderos- que van en grupo con motocicletas y armados con kalashnikov. Entre el 22 y 24 de junio se produjo una de las últimas matanzas. Cuatro pueblos de la región central de Plateau, Barkin, Zadi, Bokkos, Riyom, fueron asaltados y más de doscientos cristianos fueron masacrados, con escenas de gran crueldad. Los musulmanes matan a todos, a ancianos, a bebés recién nacidos, a mujeres embarazadas, a impedidos.
Lo que está en marcha es una limpieza étnica, un genocidio, que responde exactamente a lo definido en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional como actos «perpretados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal». El obispo católico de Gboko, William Avenya ha indicado que se está al borde de un genocidio como el que se produjo en Ruanda contra los tutsis.
Las matanzas de cristianos se están produciendo bajo la complicidad o la negligencia del Gobierno presidido por el musulmán fulani Muhammadu Buhari. El 22 de mayo, los católicos se manifestaron en Lagos, con la asistencia del arzobispo católico, Alfred Awle Martins, para que el Gobierno tome medidas. Hasta ahora no ha habido una respuesta satisfactoria.
El objetivo de los fulani, y del otro grupo terrorista musulmán Boko Haram, sucursal de Daesh, es imponer un califato en Nigeria, donde más del 50% de la población es cristiana, y también la sharia. La Constitución de 1999 es una mezcla de democracia y sharia que está provocando conflictos que pueden conducir a una guerra civil.
La prensa internacional está ocultando los hechos o dando una visión sesgada presentando las matanzas como una especie de disputa entre ganaderos, fulani, y agricultores cristianos. Los fulani musulmanes quieren exterminar a los cristianos y adueñarse de sus tierras. El Vaticano y Bergoglio no están haciendo referencia a este genocidio de cristianos.