Enrique de Diego.
Pues sí, Ana Pardo de Vera, has hecho el ridículo, pero no un ridículo cualquiera sino el más soberano y espantoso ridículo. Has sido más breve que Maxim Huerta; Ana Pardo de Vera, non nata. Has sido protagonista secundaria de un sainete verbenero, de baja estofa, en el que han quedado en evidencia las incestuosas relaciones de una forma de entender el periodismo como instrumento del poder de izquierdas y una izquierda mendaz y cutre. ¡En qué manos está España!
Primero te llama Pablo Iglesias para decirte que ha pactado con Pedro Sánchez que todos los nombramientos de RTVE dependen de Podemos, han sido cedidos a Podemos y por los servicios a la causa se cuenta contigo y aceptas. Tu independencia arrastrada por el lodo por un plato suculento de Presupuesto público. ¿Cómo te atreves a pedir dinero a tus lectores bajo la coartada de que denuncias «el abuso de poder«? ¿Qué abuso de poder vas a denunciar cuando formas parte de la pomada?
Y, a todo esto, ¿no ibais a despolitizar RTVE? A Pedro Sánchez le gusta «tu perfil». Panda de horteras sumidos en el márketing, adoradores del poder, trepas y lacayos, pandilla de serviles. Siendo empleada de Jaume Roures, ¿cómo te atreves a presumir de combatir «el abuso de poder«, cuando Roures y «abuso de poder» son sinónimos, cuando tu empleo es la consecuencia de pactos corruptos y pelotazos de trastienda?
Luego se cruza en el camino Arsenio Escolar, de los Escolar de toda la vida, de los que siempre han bailado al son que tocan desde el poder y sus cloacas, porque para vosotros las cloacas de izquierdas huelen bien. Otro que también va de independiente, con falsete. La quemada a lo bonzo que os han hecho, que te han hecho, Ana Pardo de Vera, Galicia, cerveza y sexo, no la mejora ni vuestro peor enemigo. Habéis quedado en evidencia y en ridículo.
A tu hermana Isabel le ha tocado el gordo, la presidencia de Adif, así que a la familia se le han pagado los servicios prestados, como cuando entrevistasteis a Rodrigo Lanza y con vuestro periodismo basura titulasteis: «Rodrigo Lanza: He pasado cinco años en la cárcel por ser sudaca», tinte racista como camuflaje para el asesinado ideológico en serie, que la violencia de izquierdas tiene siempre un punto de legitimidad, o cuando titulasteis que Víctor Laínez había sido asesinado «supuestamente por llevar unos tirantes con los colores de la bandera de España». Y no te digo el ridículo histórico e histérico de cuando acudiste a la Policía porque Alfredo Perdiguero le escribió un tuit a Patricia López recomendándole que tuviera cuidado al abrir la caja de bombones; consejo amigable para cuidar la dieta que tú interpretaste como una amenaza de bomba.
«No pueden ser presidentas las dos hermanas«, dices que fue la conclusión de Pedro Sánchez, aunque más bien lo sucedido es que vino en carne mortal a La Moncloa George Soros, el amo de todos vosotros, el que os paga y os tiene a sueldo -es para desternillarse eso de que estáis contra «el abuso de poder«- y recomendó vivamente el nombre de un oscuro Andrés Gil, redactor jefe de política de El Diario de Ignacio Escolar, de los Escolar de toda la vida, miembro del Consejo Asesor para Europa de la Open Society. Gil ha demostrado estar muy capacitado para la censura, dando ejemplo con la autocensura: la semana pasada -sabía algo que tú ignorabas, Ana Pardo de Vera, Galicia, cerveza y sexo- borró 13.885 tuits de su cuenta, qué ya es borrar, de forma que de 14.073 publicados, pasó a 188. Apunta maneras sobresalientes para la censura y muestra que en caso de tener algo de que avergonzarse, lo borra. Un ejemplo de coherencia y solidez en las ideas.
Por lo demás, beata de la corrección política, es patética la prepotencia con la que estáis actuando porque ni Pedro Sánchez puede ceder los nombramientos a Podemos, ni entre el PSOE -cuyos resultados son casi tan ridículos como el que has hecho tú- y Podemos tienen mayoría absoluta, así que el PNV se ha puesto de morros y amenaza con votar en contra del oscuro Andrés Gil –un triste redactor jefe de un digital menor- si a Aitor no se le paga en libra de carne, que es el que tiene el botón de mando.
Vais a llevar a España al desastre en todos sus aspectos: político, moral y económico. Vais a llevar al Estado a la suspensión de pagos. Ya España es arrastrada con indignidad ante la Alemania de Merkel. Ya se os ve bailar en público al son de Soros. Ya ha quedado en evidencia la simbiosis incestuosa de políticos y periodistas de izquierdas. Ya sois corresponsables del obsceno ridículo actual y del inefable descalabro futuro. Esta falsaria legislatura hiede y se está cargando de negras nubes de tormenta. Te han dejado, Ana Pardo de Vera, en el desmerecido papel de mariachi de los poderosos de izquierdas, que es, por cierto, lo que eres. ¡Qué ridículo, Ana pardilla!