Virginia Montes.
El Gobierno de Pedro Sánchez se va a hartar de recibir barcos como el Aquarius. Valencia va a parecer Nairobi. Ya hay otro en espera, con 224 inmigrantes ilegales enfrente de las costas de Libia. Se trata del Lifeline de bandera holandesa, propiedad de la ONG alemana Misson Lifeline. Matteo Salvini ha sido suficientemente tajante: «no tocarán suelo italiano«. Y les ha marcado el rumbo: “Llevaos a toda la carga de seres humanos a Gibraltar, a España, a Francia o donde queráis».

Salvini acusa a la ONG de desobeder a la Guardia Costera libia, «estos desgraciados, incluso poniendo en peligro la vida de los inmigrantes en estos botes, no han escuchado a nadie y han intervenido cargando su cantidad de carne humana a bordo”. La ONG Mission Lifeline ha negado las acusaciones y afirmado que los buques de la Guardia Costera libia no tienen personas médico.
Salvini añadió que se ha mandado una nota oficial a la Embajada de los Países Bajos en Roma para saber si la embarcación de esta ONG es de este país. Y agregó: “este barco Italia lo va a ver solo en postal porque las reglas se respetan”.