Virginia Montes.
Ya no hay marcha atrás. Se trata de una decisión irreversible de partido. La CSU (Unión Social Cristiana) de Baviera ha respaldado en reunión de su directiva las 63 medidas del «plan maestro migratorio» del ministro del Interior, Horst Seehofer. Merkel afirma que está de acuerdo con 62 de ellas, pero la decisiva es rechazar inmigrantes en la frontera, o porque ya hayan sido expulsados o porque hayan entrado por otra nación de la UE. Eso implica cerrar las fronteras alemanas y el efecto dominó llevaría al cierre de muchas de ellas.
La CSU ha dado dos semanas a la canciller, después de las cuales, si no consigue un acuerdo europeo aceptable, el ministro del Interior actuara unilateralmente y desencadenará una crisis de Gobierno.
“Estamos de acuerdo en seguir trabajando conjuntamente para lograr el objetivo de mejorar la gestión de la política migratoria y de reducir la llegada de refugiados”, afirmó Merkel, para garantizar que no apoyará “soluciones unilaterales” en detrimento de otros socios comunitarios. El plazo coincide con la celebración de una cumbre de la Unión Europea los días 28 y 29 de junio.