Redacción.
Con el rescate en aguas andaluzas de 1.138 inmigrantes de setenta pateras, más los 630 de la flotilla del Aquarius, en un mes 1.138 africanos más estarán en las calles, dedicados a la venta ambulante, que controlan las mafias chinas, o al tráfico de drogas. A todos ellos se les toman las huellas, por si alguno ha sido expulsado con anterioridad, pasan un mes en los CIEs y luego son puestos en la calle.
El incremento de las arribadas puede deberse al final del Ramadán o a la notable mejoría del tiempo. Lo cierto es que España padece una oleada migratoria fuera de todo control. El Gobierno está dispuesto a propiciarla en un suicidio colectivo, que va a reventar España.