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Dos zaplanistas controlan la cúpula de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana

Redacción




Josep Sansano.

«No hay campistas: hay zaplanistas y exzaplanistas«. El autor de la sentencia, Francisco Sánchez Martínez, sigue siendo zaplanista, aunque ahora sea el portavoz de Ciudadanos en la ciudad alicantina de Elda. Desde esa posición, Francisco Sánchez controla la estrategia de Ciudadanos en toda la autonomía. El más zaplanista de todos los zaplanistas es Emigdio Tormo, diputado autonómico de Ciudadanos, y el primer delegado territorial en Alicante.

La portavoz en las Cortes, Mari Carmen Sánchez Zamora es una persona de su confianza, casi una mujer de paja. Número dos al Ayuntamiento de Alicante, una de sus primeras decisiones ha sido nombrar a Cristina Grau jefa de prensa del Grupo de Ciudadanos. Grau fue responsable de comunicación del Palau de la Generalitat con Eduardo Zaplana.

La militancia zaplanista de Emigdio Tormo es sostenida en el tiempo y clara. Su último gesto fue asistir a la conferencia de Zaplana el día 16 de abril en el Ateneo de Valencia. Antes, su trayectoria es de una intensa lealtad. Emigdio Tormo fue el único concejal de Elche que se mantuvo firme en la línea Zaplana cuando se produjo la rebelión desde arriba de Francisco Camps. La línea jerárquica pasaba por José Joaquín Ripoll, entonces presidente de la Diputación y hoy imputado en el caso Brugal y a punto de entrar en el juicio oral.

A pesar de su aislamiento, Tormo se mantuvo firme en sus posiciones y fue premiado. Ripoll creó para él la Agencia Alicantina de la Energía. Una plataforma desde la que conspirar. «Tormo siempre ha recibido órdenes de Ripoll y Zaplana y la orden que recibió fue contactar con los zaplanistas y generar las bases para el surgimiento y la consolidación de Ciudadanos en Valencia y, sobre todo, en Alicante«, señalan fuentes solventes.

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Francisco Sánchez. /Foto: elmundo.es.

La mano derecha de Emigdio Tormo en ese entrismo del zaplanismo en Ciudadanos es el director del CEU de Elche y portavoz de Ciudadanos en Elda, Francisco Sánchez Martínez. Fue también premiado por su adhesión inquebrantable al zaplanismo con el puesto de director del Instituto Juan Gil-Albert de la Diputación de Alicante, en el que destacó por el incremento del gasto y por su aprovechamiento personal del cargo. Así, se dio cuantiosas y generosas comidas en los restaurantes más caros de Alicante. Entre ellas, 15 con directivos de Caja Murcia, probablemente con fines personales. Al menos, celebró el comienzo de año en diferentes fechas con opíparas comidas: una el 20 de agosto de 2.010, ya entrado el año, pero celebrando su entrada, por 231 euros; otra el 19 de mayo, con idéntico fin celebratorio, por 647 euros y otra más, el 13 de noviembre, por 647 euros.

El 23 de octubre de 2.009, premió a los directivos del Instituto Juan Gil-Albert con una estancia en el Sha Wellness Clinic de Alfaz del Pi, propiedad de Alfredo Ballester, con el que Francisco Sánchez había mantenido una relación contractual de asesor. También contrató con el pastelero Francisco Torreblanca, del que igualmente había sido empleado. De esa manera, duplicó las cestas de Navidad de 30 a 60, incluyendo a personas ajenas al Instituto.

Fuentes internas de Ciudadanos consideran que en el momento presente tanto Emigdio Tormo como Francisco Sánchez hacen daño al partido.

Francisco Sánchez (Ciudadanos) usó la Diputación de Alicante como su tarjeta black

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