Virginia Montes.
Aunque aún no se conocen los resultados definitivos del referéndum, una mayoría de irlandeses, que se situaría en torno al 68%, ha votado a favor de la regresión a los sacrificios humanos. Sólo el voto provida ha sido mayoritario en los mayores de 65 años y más presente en las zonas rurales, donde también ha sido mayoritaria la postura a favor del crimen del no nacido.
Curiosamente, el partido que ha propuesto el cambio constitucional a favor del crimen del aborto se tilda democristiano. El Gobierno prevé plantear una legislación que establezca el aborto libre en las doce primeras semanas del embarazo.
”El aborto estaba mal ayer y sigue estando mal hoy”, declaró en un comunicado Cora Sherlock, portavoz de la plataforma provida “Save the Eighth” (”salvad la octava”), unos de los grupos más visibles durante la campaña de esta consulta. La activista aseguró que sus integrantes se opondrán a la reforma de la ley.
Todo el movimiento internacional financiado por George Soros se ha volcado en este referéndum. Hasta Amnistía Internacional, que supuestamente nada tiene que ver con el tema, ha dedicado fondos a promover la aprobación del aborto.
El aborto, en lo personal, es un crimen que mata a un inocente y degrada a la persona, extendiendo un clima de violencia y agresividad en las relaciones personales. Y para la sociedad marca una profunda decadencia moral y un hundimiento en la cultura de la muerte y un proceso de destrucción mediante la ideología de género, la putrefacción del sentido moral y la Justicia, la eutanasia y la eugenesia y la sumisión al globalismo.