Editorial.
El régimen del 78 está podrido, hiede y se descompone de día en día. La sentencia del caso Gürtel sitúa al Partido Popular en términos de una estricta mafia, de una organización para el delito, para el enriquecimiento de sus dirigentes y la colocación de sus familias. Génova es una cloaca y su hedor es insoportable. El PSOE no está para dar en esta materia lecciones a nadie. El caso de los EREs deja bien claro que el partido socialista es otra mafia, otra organización para el delito.
La moción de censura anunciada por un inconsistente Pedro Sánchez es otro paso más en la descomposición de un régimen, que ha sido incapaz de cortar la corrupción y que ni tan siquiera ha modificado una ley electoral que da el poder a las minorías separatistas.
De manera suicida, Pedro Sánchez anuncia que está dispuesto a pactar con los separatistas en un momento en el que España está sometida al chantaje de una sedición, ahora encabezada por un tosco racista. Por supuesto, Rambla Libre, para la que España está antes que todo, y antes que cualquier opción partidista, quiere mostrar su rechazo a que se plantee ni tan siquiera esa posibilidad.
Entendemos que todavía queda el interrogante de si Pedro Sánchez quiere forzar a Ciudadanos a entrar en la moción de censura para evitar el pacto con los separatistas. Ciudadanos ha adelantado que no adoptará una decisión en caliente y que tomará decisiones en su ejecutiva de junio. Sánchez ha afirmado que el objetivo de la moción de censura sería convocar elecciones en cuanto se consiga la estabilidad. Es un concepto muy genérico. Debe, desde luego, concretar fechas.
Lo que tenemos claro es que a veces las cosas se tienen que poner muy mal para que se pongan bien. Y mostramos nuestra convicción de que España sobrevivirá al PP y al PSOE, a Mariano Rajoy y a Pedro Sánchez.