Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.
Entre los varios estrenos de películas al filo de la mitad del mes de mayo merece la pena destacar tres de ellos, todos diferentes pero que una u otra manera interesarán al espectador.
La mujer que sabía leer, de Marine Frencen, con Geraldine Pahilhas es una película elegante, de tonos literarios y con un argumento sin duda original:
Violette está en edad de casarse cuando en 1852, en las montañas francesas, su pueblo es brutalmente privado de todos sus hombres tras la represión ordenada por Napoleón III. Las mujeres pasan meses en aislamiento total. Desesperadas por volver a ver a sus hombres de nuevo, hacen un juramento: si aparece un hombre, tendrán que compartirlo.
La mujer que sabía leer es la primera película de la directora francesa Marine Francen, adaptación libre del relato L’homme semence, de Violette Ailhaud, la autora que obtuvo el Galardón correspondiente a los nuevos Directores en el pasado Festival de San Sebastian. La directora tras pasar su infancia en el campo se trasladó a París para cursar estudios de literatura e historia. Descubrió la industria del cine a través de un trabajo de producción para la compañía de James Ivory e Ismail Merchant y después, entre 1999 y 2012, trabajó como ayudante de dirección para realizadores como Olivier Assayas o Michael Haneke.
El breve relato L’homme semence tiene su propia historia, puesto que Violette dejó el escrito en sobre cerrado bajo condición de no abrirse hasta 1952. La historia se publicó en 2006 y por azar llegó a manos de la directora. Hoy es una película atractiva, tal vez un poco gélida en algunas secuencias pero filmada con buen gusto y que mantiene el interés hasta el desenlace.
Maria by Callas, de Tom Volf es un documental creativo sobre la figura de María Callas, la mítica cantante de opera grecoamericana, utilizando para ello entrevistas, cartas, la propia voz de la protagonista. Volf es un artista y amante de la ópera que ya publicó un libro de fotografías sobre la soprano. Para su documental ha tenido acceso a vídeos privados en súper y cartas personales de la estrella. Todo un trabajo de pasión por la Callas que se trasluce durante toda la película.
Fueron varios los hombres que marcaron a María Callas ( 1923- 1977 ) para siempre. Luchino Visconti, el gran cineasta autor de El Gatopardo, Senso o Muerte en Venecia de quien se enamoró a pesar de saber que era homosexual, Battista Meneghini, su marido treinta años mayor que ella, que nunca comprendió su arte. Y finalmente Aristóteles Onassis, dueño de un imperio marítimo, con quien mantuvo una apasionada relación en la cumbre del poder, el lujo y el dinero. Para sorpresa de todos, Onassis la abandonó para casarse con Jacqueline Kennedy, porque creía que este matrimonio le facilitaría sus negocios en los Estados Unidos. Nunca dejó de amarla pero le rompió el corazón.
Rodeada de los artistas de ópera más notables del siglo XX (Mario del Mónaco, Giuseppe di Stefano, Boris Christoff, Georges Prêtre), Maria Callas actuó en las operas más importantes del mundo, la Scala de Milán, Viena, Nueva York, Londres, París, Venecia, Roma. Su voz y su estilo enamoraron a millones de personas en todo el mundo. La Callas era una diva brillante pero impredecible, protagonizó escándalos, peleas sonadas con su rival Renata Tebaldi . Dejó los escenarios a finales de los setenta, dedicándose desde ese momento a la enseñanza y a los recitales.
Sufrió serios problemas de salud toda su vida y murió el 16 de septiembre de 1977, en completa soledad. Oficialmente se trató de una “crisis cardiaca”, pero no se descarta que se suicidara ingiriendo una dosis masiva de tranquilizantes.
Franco Zeffirelli, cineasta y gran director artístico de óperas, muchas de ellas con Maria Callas, quiso rendir un homenaje a la que fue amiga suya durante más de 40 años. En 2002 presentó Callas Forever.
La actriz francesa Fanny Ardant, encarnó de manera encomiable a la soprano griega en los últimos días de su vida. Ardant grabó con su voz algunos de los fragmentos que se escuchan en la película, cuando Callas intenta cantar la Aria, «Un bel di vedremo» de la opera Madamme Butterfly, y no puede pues tiene la voz rota, una de las escenas más emotivas de la película.
Ardant se convierte realmente en Callas y Zefifirelli logra transmitir la soledad, la pasión, el arte, el desequilbrio, la humanidad de la mujer que vivía en la piel de la estrella.
Noctem, de Marcos Cabotá, con Adrián Lastra, Alex Gonzalez, Raquel Arroyo es un trhiller español con ribetes de terror y un ritmo frenético que gustará a los amantes del género:
Adrián y Esteban llevan un año desaparecidos. La policía se encuentra en un punto muerto a pesar de haber encontrado sus pertenencias en Cozumel, una isla a veinte kilómetros de la Riviera Maya. Álex, un amigo en común de ambos, consigue hacerse con sus teléfonos móviles, los cuales utiliza para iniciar una investigación paralela. A pesar de que sus amigos siguen en paradero desconocido, Álex tiene otros intereses…
Noctem se basa en hechos reales vividos por el director que declaró percibir imágenes inexplicables durante una noche extraña .
Marcos Cabotá nació en Palma de Mallorca el 31 de enero de 1981. Estudió en Bellver International College para luego graduarse en la Universidad Europea de Madrid en el año 2005. Se trasladó luego a Los Ángeles y a su regreso comenzó a trabajar en el guion de su primer largometraje, Amigos ( 2010 ) protagonizada por Ernesto Alterio, Diego Martín y Goya Toledo. Ahora ha cambiado de registro demostrando que conoce a la perfección los mecanismos narrativos del thriller de suspense y terror (Scream, Se lo que hicisteis el ultimo verano…)
El desenlace será sorprendente y espeluznante.