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España no es una marca

Redacción




Enrique de Diego.

España no es una marca, es una nación, la más antigua del mundo, es una Patria, una razón de ser, una comunidad, un territorio, una historia o narrativa común y un sentimiento, una pasión noble. Lo de la marca ha sido el insulto salido de los complejos atenazantes de Rajoy y el PP y una excusa para colocar a algunos, como Carlos Espinosa de los Monteros, uno de esos liberales hispanos que no hacen ascos a parasitar del Presupuesto, siempre cantando las alabanzas del liberalismo degenerado en patente de corso.

San Isidoro de Sevilla. /Foto: aciprensa.com.

España no era una marca para los patriotas que el 2 de mayo dieron su vida en la Puerta del Sol o en el Parque de Monteleón frente al invasor gabacho. No lo era para San Isidoro de Sevilla, quien en el siglo VI, escribió una magnífica “Alabanza a España”. Ni lo era para don Rodrigo Ximénez de Rada en el siglo XIII que lo emuló e le hizo eco en el siglo XIII y escribió “Hechos de España”. No lo era para Prim y los voluntarios catalanes cuando cargaron en Castillejos siguiendo a la bandera rojigualda. Ni lo era para el gran Blas de Lezo ni para las legiones de oficiales de Marina vascos.

Prim, con los voluntarios catalanes, en la carga de Castillejos.

España es una nación, un legado de héroes y de santos, y de gentes corrientes que se han proyectado en una identidad común; es un ámbito de libertad y de derechos, con los límites de la pertenencia. Es razón y vida, territorio objetivo cuya integridad es deber de todos defender. Es también emoción y sentimiento, pasión dominante.

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Albert Pla. /Foto: revistarambla.com.

Y ese sentimiento es continuamente menospreciado e insultado por la debilidad de nuestros gobernantes, por su inmensa frivolidad, por su falta de entereza. España es hoy un cachondeo. Lo de enviar a dos niñatos, uno de ellos criptoseparatista, y la otra, simplemente estúpida, de la que lo más que se ha podido conseguir es que diga que “queremos a nuestro país a nuestra manera”, que es regalarse un libro titulado “España de mierda”, escrito por un deforme personaje, Albert Pla cuyas evacuaciones intelectuales no pasan del nivel ofensivo de “me da asco ser español”  o “lo que me gustaría sería quitarles el arma a los policías y matarles”. El tal Alfred es un indigente mental que le gustaría cantar en cualquier idioma que no fuera el español. ¡Pues ten la decencia de no presentarte representando a España!

José Antonio Sánchez. /Foto

Esta pareja patética e insustancial nunca debió ir a representar a España a ningún lado, como nunca Piqué debió jugar en la selección española. Pero el problema no son este par de niñatos de chiste de Eugenio, sino la absoluta falta de responsabilidad y patriotismo de Mariano Rajoy, la completa irresponsabilidad del presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, que ha hecho carrera por su soltura en llevar los maletines de Zaplana.

Quien representa a España, en cualquier circunstancia, ha de ser un español consciente, patriota, orgulloso de serlo, que se sienta español. ¡Ahí queda, en contrapartida, el magnífico ejemplo de Ágatha Ruiz de la Prada, luciendo orgullosa los colores nacionales, en hermosa creatividad!