José Manuel Lestón.
El comunicado de la banda terrorista, por el cual ésta anuncia su desaparición, apunta en cuanto a su contenido a una disolución absolutoria de la propia Eta, con el único fin de presentarse ante la sociedad con inmaculada frente, en un pretendido blanqueamiento de la sangre derramada.
A continuación desgranaré una a una las diversas y repetidas contradicciones que subyacen de tan sutil y engañoso texto, mediante el Cuando…:
-Cuando Eta se autodenomina “organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional” y “quiere informar al Pueblo Vasco del final de su trayectoria,…de su ciclo histórico y…de su función”, está arrogándose una representatividad liberadora de un supuesto pueblo que nadie le otorgó, en base a un mandato de permanencia en el tiempo, que no expirará hasta que logre sus objetivos. El simple silencio de los percutores, la insignificante entrega de armas y el tramposo comunicado no son suficientes para detener el mismo proyecto por el que mataron. La exclusión y el temor en el País Vasco seguirán intactos pues intactas continuarán las estructuras de control a la sociedad, tanto por parte de Eta como por parte del nacionalismo vasco. Simplemente porque no se puede acabar con Eta sin antes acabar con el nacionalismo excluyente que lo alimenta y ampara. Esto lo tenemos que tener todos muy claro. Seguirán siendo Gudaris, agazapados a la espera de un renacer ante cualquier envite que pueda sufrir el nacionalismo vasco, simplemente por pura retroalimentación entre nacionalistas y por una “autodefensa compartida”. Todo ello sazonado por un comprobado ideario común.
-Cuando Eta dice que “ha desmantelado totalmente el conjunto de sus estructuras, dando por concluida toda su actividad política” miente. ¿Acaso alguien cree que las siglas políticas de la banda terrorista y el resto de todo su entramado social, incluso el eclesiástico, se van a disolver, desmantelar o esfumar de la noche a la mañana por arte de magia?.
-Cuando Eta expresa que “los y las exmilitantes de la organización continuarán con la lucha por una Euskalherria…independiente…cada cual donde lo considere más oportuno” está trasladando a la opinión pública que su actitud política (separatista y excluyente) se mantendrá en el tiempo desde cualquier estamento.
-Cuando Eta afirma que “nació en una Euskalherria agonizante por culpa de las garras del franquismo y que 60 años después existe un pueblo…que quiere ser dueño de su futuro, gracias al trabajo y a la lucha realizados en distintos ámbitos y por diferentes generaciones” no hace otra cosa que justificar su existencia de principio a fin, incluso una vez terminado el régimen de Franco. Precisamente fue en la democracia cuando Eta asesinó a más personas. Éste es un dato que no conviene olvidar.
-Cuando Eta comenta que “desea cerrar un ciclo en el conflicto…” es porque sigue asumiendo la existencia de un conflicto inexistente. Ése es su ilógico y tradicional fundamento para existir.
-Cuando Eta alude a que su decisión “es la secuencia lógica de abandonar definitivamente en 2011 la lucha armada” no sé a qué lógica se refiere. Lo lógico es que lo hubiera hecho hace 7 años.
-Por último, Cuando Eta expone que “el principal reto será construir un proceso como pueblo que tenga como ejes la acumulación de fuerzas y la activación popular…”, se contradice a sí misma, pues en su comunicado dice textualmente que “no será más un agente que…promueva iniciativas o interpele a otros actores”. ¡Vamos, que no se va a estar quietecita!. Para ello “materializarán el derecho a decidir para crear un Estado Vasco”.
-Finalmente termina su comunicado con el combativo lema “JO TA KE…”, eslógan en absoluto halagüeño en relación a lo que nos quiere vender.
En cualquier caso, Eta no se disolverá del todo:
-mientras el Gobierno y el resto de las fuerzas democráticas no fuercen al nacionalismo a que se reinvente democráticamente.
-mientras no fomente la libre reinserción de sus presos fuera de la órbita mafiosa de la organización.
-mientras prosiga la guerra de banderas.
-mientras no exista alternancia política en aquel territorio ni libre concurrencia en igualdad de condiciones a unos comicios.
-mientras no restaure la memoria de sus víctimas y disuelva la suya propia. Esto se traduce en no imponer su relato.
-mientras no colabore con la justicia ni asuma las consecuencias derivadas de sus actos. Aún quedan 358 crímenes sin resolver.
-mientras no entregue todas sus armas, ni entregue todo su efectivo humano huído.
-mientras no trabaje para que regresen al País Vasco todos aquellos exiliados huídos de sus garras que quieran hacerlo.
En resumen, Eta no se disolverá mientras su arrepentimiento sea parcial y selectivo. Por eso, al final “la disolución absolutoria” que esperaba la banda terrorista por tan insignificante gesto se manifestará en su indisoluble disolución. Simplemente se reinsertará en una sociedad excluyente y exclusivamente nacionalista, para lograr tristemente una paz de convivencia por connivencia con los terroristas, que no una verdadera paz social (de integración y bilingüe).