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En la luna con un hierro 6. Dropando la bola cerca de un cocodrilo. Cosillas de golf

Redacción




Loreto Román. Periodista y escritora.

Con cosillas de golf me estoy refiriendo a todo eso que lo hace peculiar, situaciones que se van fuera de lo común, circunstancias que lo hacen diferente. Peculiar como que ha sido el primer deporte que se ha jugado en la luna. Sí sí, el primero, mucho antes que cualquier otro deporte que se podría realizar hasta ahora. También es cierto que desconozco si se ha jugado otro. El caso es que allá por el año 1971, 6 de febrero, justo antes de despegar el Apolo 14 de regreso a casa, Alan B Shepard Jr, comandante de la nave, segundo hombre en viajar al espacio precedido por Gagarin (23 días después) y el quinto en pisar la luna, jugó dos bolas con un hierro 6 sobre la superficie lunar.  

Y diferente por aquello de esas situaciones en las que se debe aplicar la reglamentación de golf, pero el momento lo hace un poco complicado. Imaginaros el caso, juegas la bola y resulta que cae  en la cabeza de un cocodrilo que dormita cerca de la zona. Nos hemos ido de viaje temático, golf, Florida. Aquí todavía no disponemos de cocodrilos en los obstáculos de agua, delimitados por estacas amarillas, agua frontal, o rojas, agua lateral. No, no, como máximo esos patos que por ahora(bromeo) no hacen peligroso el juego. Incluso le dan cierta ternura al entorno. Pues eso, en la cabeza o en el lomo, a ver quién es el valiente que se acerca y la juega.

No son más que dos situaciones peculiares y diferentes, que merece la pena comentar y ponerse en el caso. Vamos allá.

Imaginaros la situación los que juguéis y los que no también, en la luna, con un hierro 6, enfundados en esos trajes espaciales que impiden cierta movilidad, por no decir prácticamente toda. Lo de imaginaros en la luna va a ser complicado, aunque no imposible. Pongámonos en situación, o lo que es lo mismo, caminar controlando los movimientos en un lugar donde la gravedad es mucho menor que en la tierra y la bola saldrá más lejos, mucho más lejos… Mérito tiene si pretendes realizar un approach(tiro corto) para aproximarte a green, ¿no creéis?  Bien, continuemos. Con esos guantes que no tienen parecido ninguno con cualquiera de los que utilizamos en tierra. Sí, sí, complicado grip, continuemos aclarando conceptos de golf al mismo tiempo que nos situamos en la luna. Grip es la posición de las manos al coger el palo, hierro, madera, híbrido, driver, aquello que los profesores y maestros nos han insistido una y otra vez en aquellas primeras horas de instrucción de golf. ¿Lo recordamos?, aún ahora nos insisten en que el grip no es el correcto, como muchas otras cosas que nos quedan por adecuar y mejorar. Y además del traje, de los guantes y de la gravedad, tendremos que jugar con la mochila de oxígeno y el casco. Difícil no, lo siguiente.

Complicado lo tuvo el astronauta Alan Shepard, apasionado por el golf como muchos otros, entre el traje de astronauta y los guantes correspondientes. El 5 de febrero de tal año, 1971, había aterrizado en la luna junto con Edgar Mitchell en el Apolo 14, y entre sus objetivos estaba recoger diferentes tipos de rocas, analizar mejor la superficie lunar, situación que conseguía gracias a la estación científica ALSEP, Apollo Lunar Surface Experiments Package, y con la ayuda del vehículo de transporte MET, para mover las piedras con facilidad. Realizaron dos caminatas de más de nueve horas de duración, sigamos imaginando, tiempo suficiente para jugar 18 hoyos en cualquier campo de golf, pares 3, 4 y 5, nos ponemos en el caso. Pero no, ni la luna tiene por ahora campo de golf ni tampoco fue el día en el que Alan golpearía las 2 bolas con el hierro 6, utilizando los hoyos lunares como green. Sería el día siguiente, día 6, antes de regresar a casa. Alan construyó un palo de golf con uno de los mangos de una de las herramientas que llevaban los astronautas para recoger rocas y piedras lunares y le acopló una cabeza de un hierro 6, la marca la omito, pero es una de las más prestigiosas y conocidas, os lo puedo asegurar. Y ahí golpeó 2 bolas, que se desconoce a dónde pudieron llegar. Por ahí deben estar todavía orbitando.

Y la segunda situación, estáis jugando en un campo de golf, Florida en este caso, y te ves en la obligación de dropar la bola, ya que la misma cae directamente encima de la cabeza de un cocodrilo que descansa por el campo. Sí sí, en la mismísima cabeza del cocodrilo, como estoy contando. Recordemos que dropar la bola, comentaba en el anterior artículo, era la acción que acomete el propio jugador cuando debe cambiar la posición de la bola, dependiendo del caso, a un palo, dos palos, hacia atrás. Y claro, en este caso, sin penalidad. Faltaría más. Y para hacerlo había que encontrar el punto en el que evitásemos la interferencia, ¿el cocodrilo?, sin ganar distancia a green, comentaba en el anterior artículo. Y además, en esta situación, el animal ni se inmuta, ahí está. Pero antes de dropar la bola, un valiente de la zona que ya se había visto en esta situación, pretende espantarlo con el rastrillo que utilizamos  en el bunker cuando la bola cae dentro y debemos jugarla ahí, donde ha caído, sin apoyar el palo sobre la arena. Sí sí, ese mismo rastrillo. Pero el animalillo no quiere perderse el juego y no se mueve, circunstancia de alta peligrosidad que te impide realizar el golpe. Al final, el cocodrilo desiste y se aleja, lo suficiente para poder jugarla. Bien, con la seguridad de que es así, continuamos el juego. Aclaraciones por si no se hubiese movido, tendríamos la posibilidad de dropar la bola sin penalidad ya que un cocodrilo se califica como una situación peligrosa, pero el animalillo optó por retirarse antes.  

En la luna y en Florida, no dejan de ser dos situaciones curiosas que han ocurrido en torno al golf. Seguramente nos encontremos con muchas ocasiones más, en muchos lugares más y originales para contar. He pretendido poneros en el caso, con el palo, la bola, el traje de astronauta y el cocodrilo. Si lo he conseguido, ya estaré contenta. Hasta el próximo artículo de golf y vuelo.