Enrique de Diego.
En las encuestas, Ciudadanos está sustituyendo al PP, atenazado por el aburrimiento marianista y el instinto de muerte. Han sido superadas las diferentes estrategias del gurú Pedro Arriola: la de Podemos como la coartada para el voto del miedo y la de Ciudadanos como muleta. El gran debate nacional es la dialéctica entre Ciudadanos-PP, porque la izquierda ha dejado de contar.
La tendencia más relevante de las encuestas es que España está girando con mucha claridad hacia la derecha. Si seguimos la última encuesta de Gesop para El Periódico, el porcentaje de votos del bloque de la derecha suma el 49,5% (Ciudadanos, 28,5; PP, 21%), mientras el de la izquierda sólo alcanza el 38,6% (20,5% PSOE y 18,1% Podemos). La distancia entre ambos bloques es casi 11 puntos.
España ha dejado de ser de izquierdas. Es un caladero de votos menguante. Los Ayuntamientos del cambio han producido un proceso de rechazo inmunizador. Impericia, demagogia, provocación gratuita y reparto clientelar de subvenciones y ayudas a fondo perdido. Podemos está cumpliendo su función de dividir el voto de la izquierda y también el de deteriorarla.
La resurrección de Vox
España gira a la derecha con mucha claridad, al discurso de ley y orden, de Patria y bajos impuestos. La cuestión es que en el terreno de la Patria, y frente a los nacionalismos, el electorado percibe a Ciudadanos más firme y al PP, pastelero, eso hace que Ciudadanos se esté llevando al 25% de los votantes del PP. Algunas encuestas incluso dan representación parlamentaria, en el Congreso y en el Parlamento europeo, a un Vox resucitado en el fragor de la sedición catalana y merced a su bizarra posición con especiales méritos y recorrido en el ámbito judicial.
Mientras los medios mantienen el discurso dominante, España ha ido cambiando, sacudiéndose complejos y pequeños dogmas. La postura de Podemos a favor de los okupas está fuera de lugar, al igual que la provocación y el extremismo en la corrección política. España hace un claro vista a la derecha.
PP y Ciudadanos, ¿son de derechas?
La cuestión inquietante es si el PP o Ciudadanos son la derecha. En cuestiones como la inmigración su discurso está sometido a los poderes mundialistas. El Partido Popular de Mariano Rajoy no ha hecho otra cosa que mantener la agenda de Zapatero, tanto en inmigración como la Ley contra la Violencia de Género y la Ley de Memoria Histórica. De la manera más absurda el PP se ha satelizado respecto al PSOE y a Podemos, que son dos fuerzas minoritarias sin posibilidades de acceder al poder y cuyas propuestas ideológicas están desfasadas y no conectan con las clases medias españolas.
La cacería contra Cristina Cifuentes deja desprotegido al PP en uno de sus feudos como es Madrid y también en un flanco competitivo con Ciudadanos, pues Cifuentes hacía compatible propuestas progresistas, con las que los de Albert Rivera coinciden, dentro del agenda LGTBI, con bajadas de impuestos en el tramo autonómico del IRPF y con la práctica desaparición, en comparición con otras autonomías, del confiscatorio Impuesto de Sucesiones.
La sociedad está girando a la derecha, esa es la evidente tendencia en las encuestas, pues a Ciudadanos se le percibe no como el centro sino a la derecha del PP o como el PP auténtico o el PP de Aznar. El crecimiento de Vox apunta a esa tendencia y permanece momentáneamente como incógnita, pero con expectativas en aumento.
Empieza, pues, a abrirse un espacio ideológico, una base social, de derecha coherente, defensora de la propiedad privada, de la identidad nacional y de la unidad de España.
La postura de Rambla Libre
Esos son los ejes en los que se mueve Rambla Libre:
1.- defensa de la identidad nacional frente al multiculturalismo y la inmigración ilegal. Somos partidarios de fronteras nacionales firmemente defendidas y de la expulsión en caliente de los ilegales.
2.- defensa de la unidad de España frente a las intentonas golpistas del secesionismo, con recuperación para el Estado de las competencias de educación y orden público.
Mantenemos una postura muy crítica respecto a las autonomías, que son un lastre y un cáncer, consideramos que hay una inflación insostenible de políticos, con el acompañamiento de cortes onerosas y privilegiadas, somos partidarios de la propiedad privada frente a okupas y presiones fiscales confiscatorias y nuestra posición es clara contra la corrupción, que está generalizada, y deslegitima al PP, cuya capacidad de renovación es inexistente.
Estamos a favor de la regeneración de la democracia y consideramos que en esa dirección se mueve este vista a la derecha esperanzador.