Enrique de Diego.
La estructura de Ciudadanos no es democrática. De hecho, está calcada de la del NSDAP de Adolf Hitler. Lo llamativo es que la estructura interna totalitaria es compaginada con la presentación ante la opinión pública como una opción regeneradora, que exige a los demás elecciones primarias y plena democracia interna.
Ciudadanos practica un totalitarismo interno falaz y vergonzante, camuflado bajo dosis abrumadoras de hipocresía: despotismo que hacia fuera se vuelve inquisitorial.
El NSDAP tenía una primera estructura de mando formada por los Reichsleiter, jefes del Reich, que eran elegidos directamente por Adolf Hitler, exactamente igual en Ciudadanos, donde Albert Rivera designa, tras su aclamación, a su Comité Ejecutivo.
Después el NSDAP funcionaba mediante una estructura territorial al frente de cada uno de los Gaul estaba un Gauletier, hasta 43, designados desde arriba; es decir, no en base a criterios de representación sino de delegación y jerarquía. Esos Gauletier nunca se reunían en un órgano colegiado, para intensificar su control.
El mimetismo de Ciudadanos con el partido hitleriano es total. Ciudadanos se extiende mediante Agrupaciones Territoriales y Comités Territoriales, cuyos dirigentes son nombrados por Albert Rivera, y funcionan igualmente mediante delegación y no por representación. Delegados y coordinadores territoriales, que no son elegidos, sino nombrados, y que no son ni elegidos ni pueden ser removidos por las bases.
Al igual que el NSAP el poder gira en torno al líder y a una camarilla ahormada en Barcelona, cuyas posiciones varían en la medida en que su afinidad es mayor o menor en ese momento con Albert Rivera, el fhürer del partido.
Las elecciones primarias no existen. Y las que se presentan ante la opinión pública sobre los candidatos no tienen ninguna credibilidad. El sistema telemático ideado por el secretario de organización, Fran Hervías no es la introducción en la modernidad sino la regresión al pucherazo. Cada votante recibe una clave de que lo ha hecho, pero desde el final de la votación hasta que se hacen públicos los resultados, pasan aún horas y aún días en los que la manipulación es sencilla: quienes controlan la votación conocen los dnis de quienes no han votado y pueden hacerlo sin que nadie pueda controlar el proceso ni detectar el posible fraude. Ni las mismas elecciones para la candidatura al Congreso en Sevilla, en las que ganó la actual esposa de Fran Hervías, Virginia Millán Salmerón, se han librado de las sospechas.
Otra de las similitudes entre Ciudadanos y el partido hitleriano es que el partido de Albert Rivera tiene un Comité de Garantías que no ofrece ninguna garantía: más de 2.000 militantes han sido expulsados, centenares de concejales y diputados autonómicos han pasado al grupo de no adscritos. La doble moral y la hipocresía son constantes y estomagantes. Ciudadanos se presenta como un partido que repudia el transfuguismo, salvo cuando le conviene: el alcalde de Novelda, Alicante, Armando Estévez acaba de ser aceptado, con otros 3 concejales, provenientes de UPyD; en Aldea del Rey, Ciudad Real, Ciudadanos acogió a 2 concejales provenientes de UCIN.
Para Albert Rivera y Ciudadanos todo vale con tal de acceder al poder.