Marisol Camacho Alcántara. Delegada de asuntos legales y viudas Córdoba. AJPNE
Señora presidenta de la Junta de Andalucía:
Con todos mis respetos señora Susana Díaz, le voy a contar una historia, la cual motiva mi queja y mi protesta.
Soy una andaluza que con tan solo 18 años tuvo que salir de su pueblo y comunidad autónoma, para poder buscar una oportunidad laboral ya que en mi comunidad la andaluza, por desgracia era difícil encontrar un empleo y más hace 20 años ¡por cierto Chaves era entonces presidente de la Junta de Andalucía! Se lo recuerdo por si hay confusiones, para que no pueda decir…lo que siempre dicen los políticos y tú más.
Tan joven viví cosas que jamás nadie debería haber vivido, mientras usted y sus compañeros sentados en sus excelentísimos sillones en la junta y en el gobierno central les daba y les da igual, yo mientras tanto como muchos compañeros y compañeras salíamos heridos de gravedad de una guerra que se llama ser un trabajador honesto y comprometido con su país. Pues bien Sra. Presidenta, le quiero informar que lo que no lo mata a uno lo hace más fuerte, y ese es mi caso.
Estudié una carrera dando casi 13 horas de trabajo diarias de mi vida trabajando como en un bar, soy abogada y realizo mi labor de asesora legal sin ánimo de lucro para la AJPNE (Asociación de Jubilados de Policía Nacional de España), porque nadie como yo comprende su lucha, nadie sabe de la amargura y las penurias de mis mujeres, las viudas de la policía Nacional, mujeres que sacrificaron por este país su juventud, su madurez, su vida, cosa que usted y todos los políticos de este país no saben lo que es y lo que significa. Y cuando llega la hora de decir adiós a su compañero de vida se ven en la mismísima miseria, mientras sus compañeros y usted, ¡me refiero a todas las siglas y partidos políticos de este país! Disfrutarán de enchufismos millonarios en compañías eléctricas, telefónicas, etc. Y con pagas vitalicias con las que podrán mirarnos por encima del hombro a todos los tontos y tontas de turno. Pues bien Sra. Susana yo seguiré trabajando de camarera y me seguiré formando en mi profesión que es abogada, la cual me la he ganado a pulso, pero le quiero advertir que si hace falta por mi colectivo, por estas grandes mujeres y grandes hombres voy a ser un grano en su trasero, de igual forma lo seré para el Sr. Rajoy, tenga en cuenta que yo ya no tengo nada que perder y mucho que ganar.
Espero que de una vez por todas me conteste y me dé una entrevista para poder informarle cara a cara y en primera persona de lo que dignamente esta asociación reivindica para ellos y para sus mujeres, porque se lo merecen y políticos como usted se lo deben, porque sin ayuda ni usted ni yo disfrutaríamos de la democracia que tenemos hoy en día en nuestros país.